Línea editorial: "La peligrosa ocurrencia de intervenir los alquileres"
El afán por intervenir de esta manera en el mercado surte efectos contrarios a los que se prometen
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Una de las últimas disputas públicas que ha protagonizado el Gobierno es la referida a la ocurrencia, que sus socios de Unidas Podemos llevaban en su programa electoral, para intervenir el precio de los alquileres, y fijarles a los dueños de las viviendas un precio máximo.
Ajenos como suelen a la realidad, los radicales de izquierda ignoran los desastrosos efectos que ha tenido la medida allí donde ya ha sido aplicada. No hace falta más que fijarse en la situación de Barcelona para darse cuenta del peligro que supone empecinarse en ir por ese camino.
El afán por intervenir de esta manera en el mercado surte efectos contrarios a los que se prometen, como son, por ejemplo en este caso, el estancamiento de la oferta, al preferir muchos propietarios mantener la vivienda cerrada a alquilarla, o el estímulo para un mercado negro, al margen de cualquier regulación de este tipo.
Con ocurrencias así, las sensaciones de inestabilidad, inseguridad y precariedad siguen siendo inevitables. Nada nuevo en un Gobierno con coaliciones de conveniencia para resistir en el poder, que nació faltando a la promesa del propio Presidente, que aseguraba que no podría dormir con tales compañeros de camino.
Este ejemplo de la vivienda vuelve a mostrarnos hasta qué punto sus temores eran fundados. Esperemos que al menos en este punto el ala más sensata del propio Gobierno socialista impida la cesión y no caiga otra vez en la tentación de defender derechos fundamentales con una dosis de populismo.