Línea editorial: "El pacto educativo que no quiere la Ministra"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En esta última etapa de tramitación parlamentaria de la nueva Ley de Educación, la ministra Isabel Celaá está intensificando su presencia en los medios para intentar explicar las supuestas bondades de una propuesta legislativa alejada del consenso. Uno de los argumentos que Celaá repite es que en España es imposible un Pacto de Estado de Educación, entre otras razones porque considera que hay algunos empeñados en centrar los problemas de la enseñanza en la religión, la concertada, la lengua o la educación especial.

Lo primero que tendría que tener claro la ministra es que el Pacto educativo en España ya se dio en el artículo 27 de la Constitución. Lo lógico sería que la nueva propuesta legislativa se hiciera en continuidad no solo con la letra de la Constitución sino también con el espíritu de concordia que inspiró la Carta Magna. La jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha avalado a lo largo de nuestra historia democrática el ejercicio del derecho fundamental a la libertad de educación. Tampoco debe olvidar la Ministra Calaá que si la asignatura de religión, la concertada, la lengua o la educación especial son ahora cuestiones en conflicto es por la obsesión ideológica de su partido en estas materias, con propuestas que no solo no mejoran la situación actual sino que las complican y dificultan. El Pacto educativo que no quiere la Ministra es el de la Constitución. Así estamos.