Línea editorial: "Evitar que Cataluña vuelva a la casilla de salida"

Hace unas horas terminó la campaña electoral catalana. Ha sido una campaña previsible, sin propuestas. Y una campaña violenta, en la que aquellos que se quejan de las cargas de la policía nacional han respaldado la violencia contra Vox.

Tres formaciones han llegado empatadas al final de la campaña. ERC ha ido perdiendo fuerza y para solucionar su pérdida de apoyo se ha hecho fotos con Otegui y ha vuelto a defender posiciones de un independentismo ya vencido. A pesar de llevar tres años distanciándose de JxCAT, ERC ha vuelto a defender posiciones parecidas a las de Puigdemont. Junts ha ganado terreno apostando por una vía ya cegada por la aplicación del 155.

Las encuestas dicen que los independentistas van a sumar para formar Gobierno, y si suman lo formarán. El llamado efecto Illa, el sueño de que un candidato no independentista gobernase, se ha ido diluyendo. Illa necesitaría en el mejor de los casos el apoyo de En Comú, pero Podemos se ha dedicado a hacer campaña apoyando las posturas de los independentistas, diciendo que España es poco democrática. Solo una movilización a última hora del voto no independentista podría dar una sorpresa y evitar que a partir del próximo lunes Cataluña vuelva al fondo de saco en el que le metió el independentismo en 2017.