Línea editorial: "Ahora faltan los rastreadores"
Ahora, con los brotes que se observan en la mayor parte del país, empieza a cundir la preocupación por un aspecto que ni siquiera se había tenido en cuenta
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A lo largo de los meses que llevamos de pandemia, no parece tan evidente que las autoridades sanitarias hayan aprendido mucho sobre la mejor forma de combatir el virus. Ahora, con los brotes que se observan en la mayor parte del país, empieza a cundir la preocupación por un aspecto que ni siquiera se había tenido en cuenta durante el estado de alarma: la necesidad de disponer de rastreadores para seguir la pista de cuantos han estado en contacto con los contagiados y frenar así una nueva oleada de casos que haría inviables los planes de reconstrucción a pesar del maná de los fondos europeos.
El problema se agudiza con la desconfianza que suscita la acción gubernamental fuera de nuestras fronteras, lo que ha provocado la decisión del Reino Unido de someter a cuarentena a cuantos viajeros lleguen de España, incluidos los turistas que regresen a su país. De un estado de alarma que dio plenos poderes al ejecutivo para controlar los movimientos de los ciudadanos hemos pasado a una dejación de autoridad al delegar en las Comunidades Autonómicas la responsabilidad de tomar decisiones, sin que exista una legislación que permita la armonización de las medidas sanitarias. Algo habrá que hacer para poner en marcha un plan nacional de rastreo de posibles contagiados, una labor cuasi policial y sanitaria que debería exigir la movilización de millares de personas dotadas de autoridad.