La historia del 3% en Cataluña

Hace años cuando en la sede del Parlamento catalán Pasqual Maragall acusó a Mas con el famoso  3%, se destapó la caja de los truenos. El asunto pareció quedar oculto pero el tiempo ha ido arrojando luz sobre un escándalo mayúsculo que afecta a todas las instituciones del Gobierno de la Generalitat. Durante el Gobierno de Artur Mas se llegaron a adjudicar obras por un valor de 167millones de euros de los que la Generalitat obtuvo el 3%. Este asunto concreto es solo uno de los episodios de una trama que la Fiscalía Anticorrupción está investigando. Las detenciones que se practicaron ayer son solo la punta de un iceberg que irá consumiéndose poco a poco. La Justicia tiene su tiempo, a veces excesivamente largo, pero en todo caso implacable. La corrupción es uno de los peores males que acechan a las democracias y debe ser afrontado con contundencia. En Catalunya, además, este tema se suma a un proceso político ilegal y desestabilizador. Hace falta claridad, transparencia y firmeza. Reaccionar ante la corrupción es un imperativo social. No hay victimismo que valga, ni excusas que justifiquen los silencios. Mas debe dar la cara y dar cuentas. Él, Trias y la cúpula de la antigua CDC deben dar cuentas. Un cambio de nombre no salva el desastre en el este partido ha metido a todos los catalanes.