LÍNEA EDITORIAL

El fracaso de una "educación sexual" ideologizada

Es una elocuente paradoja que las agresiones sexuales hayan aumentado en España durante los años en los que más dinero se ha destinado a concienciar y legislar sobre el asunto

Tiempo de lectura: 1' Actualizado 19:03

Es una elocuente paradoja que las agresiones sexuales hayan aumentado exponencialmente en España durante los años en los que más dinero público se ha destinado a concienciar y legislar sobre el asunto. Un mínimo de autocrítica debería hacer reflexionar al Gobierno sobre la ineficacia de las medidas propuestas y sobre unas políticas, abanderadas por el Ministerio de Igualdad, que han estado orientadas a la propaganda ideológica y a tratar de sacar partido de una rediviva lucha de clases, ahora entre hombres y mujeres. Especialmente preocupantes son las cifras de las agresiones sexuales cometidas por menores. Los últimos casos conocidos en Cataluña han encendido todas las alarmas, no solo por la forma en que se han producido, sino porque algunos de los implicados tienen menos de 14 años. Más de la mitad de los delitos de abuso sexual en España son cometidos por menores y la tendencia al alza pone los pelos de punta. Entre 2019 y 2022 este tipo de delitos han aumentado un 30%. Que en muchos casos la educación, tanto en casa como en el colegio, ha fallado es un hecho, como también lo es la banalización de la sexualidad en un momento histórico en el que el acceso a la pornografía es cada vez más temprano. Hay niños que ya acceden a él sin ningún control entre los 5 y los 8 años.

Urge abordar el problema con sinceridad, revisando cuanto se haya hecho mal, y apostando por una educación integral de la persona, sin desgajar la sexualidad del todo y sin entenderla como mera genitalidad. De nada servirá rasgarnos las vestiduras si seguimos alarmándonos con las consecuencias y al mismo tiempo seguimos avivando las causas que nos han llevado hasta aquí.