Feminismo de amplio espectro

En todas las franjas ideológicas existe una clara conciencia de un problema que, sin embargo, genera las polémicas más agrias

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Las mujeres cobran de media en España alrededor de un 30 % menos que los varones por el mismo trabajo, dedican dos horas más al día a las tareas del hogar y son quienes de forma abrumadora se hacen cargo del cuidado de los niños y de los mayores dependientes. Sobran motivos para reivindicar la igualdad real entre sexos. En todas las franjas ideológicas existe una clara conciencia de un problema que, sin embargo, genera las polémicas más agrias.

El último ejemplo lo hemos visto esta semana en la coalición de gobierno. Al margen de las prisas y las chapuzas en el ministerio de Irene Montero, o de que PSOE y Podemos compitan por erigirse en los abanderados del feminismo, han quedado en evidencia una serie de contradicciones dentro de un movimiento que es mucho más heterogéneo de lo que muchos creen. No les falta la razón a las feministas históricas cuando reprochan a algunas de las más jóvenes la confusión que introducen con temas como las identidades múltiples de género, que desvirtúan las reivindicaciones de la mujer. Pero también a las feministas clásicas se les podría echar en cara su planteamiento ideológico, que lleva a convertir al varón en enemigo y hace que el feminismo resulte antipático para una parte de la opinión pública. Mientras tanto, se evita centrar la atención en los problemas reales, y se dificulta la formación de amplias coaliciones para solucionarlos.