La expansión del terrorismo en África occidental

La amenaza del yihadismo, objeto de una cumbre extraordinaria de los quince Jefes de Estado de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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La creciente amenaza del yihadismo ha sido objeto de una cumbre extraordinaria de los quince Jefes de Estado que forman la Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste. Celebrada en Uadagudú, la capital de Burkina Faso, su conclusión es pesimista: ni la misión militar de la ONU para esta región que se gasta mil millones de dólares anuales, ni las fuerzas de otros países europeos, entre ellos Francia y España, han impedido la expansión de los grupos terroristas, entre las cuales destacan, además de la tristemente conocida Boko Haram, que opera en Nigeria, los grupos aliados de Al Qaída y el Estado Islámico del Gran Sahara, cuyo primer objetivo es el de imponer la ley islámica en toda la zona.

Tales organizaciones basan su estrategia en la agitación entre tribus rivales y la captación de reclutas locales a los que se unen los que llegan de Irak, Siria, Egipto, Túnez, Argelia y Marruecos. Una de sus fuentes de financiación es el tráfico de drogas que llegan de Sudamérica a las costas africanas, ante la impotencia de las autoridades locales. Además de pedir más apoyo de las Naciones Unidas, la Comunidad del Oeste africano ha acordado formar una gran coalición para detener el avance de estos grupos, cada vez más numerosos y mejor armados. La Unión Europea debe tomar buena nota de lo que está ocurriendo al otro lado de las fronteras mediterráneas, donde se libra una lucha feroz por la imposición de un Islam radical que tiene puesta su diana no solo en África sino en Europa.