10 de febrero

Código Penal a medida

Tiempo de lectura: 1' Actualizado 15:01

Miquel Iceta ha defendido en las últimas horas una reforma del Código Penal en la regulación del delito de sedición. El líder del PSC no oculta que defiende este cambio para mejorar la situación de las personas ya condenadas, o sea los líderes del Procès. Según él, ese cambio de la regulación penal debe estar acompañado de permisos penitenciarios.

Iceta, que tiene mucho que ver en el acercamiento de los socialistas a ERC, ha apostado claramente por una reforma penal ad hominem para mejorar la situación de Junqueras y sus compañeros. Estos tipos de cambio de la regulación penal es contrario a un principio democrático: la normativa, especialmente la que se dedica a los delitos, no se cambia para beneficiar a una persona. Más si hay indicios de que esta modificación no se hace para beneficiar al conjunto de los ciudadanos sino a los partidos en el Gobierno. Los beneficios penitenciarios pueden ser tan amplios como estén contemplados en la ley, pero hay una larga condena de inhabilitación que no puede ser minusvalorada. Sobre todo por la voluntad de reincidencia.

Es cierto que en Cataluña hace falta encontrar fórmulas imaginativas, pero siempre dentro de nuestro marco constitucional. Los catalanes podrían votar, dentro del marco de la ley, una eventual reforma del estatuto que debería gozar de amplio consenso. Esa podría ser una fórmula. Pero existe el riesgo evidente de que los independentistas no se den por satisfechos con los gestos que promueve Iceta, y el Estado de Derecho no puede quedar inerme frente a un nuevo intento de secesión.