La verdadera religiosidad, en el centro
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El papa Francisco ha pronunciado en el Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, en Kazajistán, un discurso que pasará a la historia por asentar los perfiles de una religiosidad auténtica que contribuya a la ansiada paz mundial y al desarrollo de las personas y de los pueblos. El Papa, que ha hablado con el crédito que le da el ser la más reconocida autoridad ética mundial, ha recordado que la religión no es un factor que desestabiliza a las personas y a las sociedades modernas. Las religiones no son el problema de la humanidad, sino su solución. “La búsqueda de la trascendencia y el valor sagrado de la fraternidad – ha dicho el Papa - pueden inspirar e iluminar las decisiones que hay que tomar en el contexto de las crisis geopolíticas, sociales, económicas y ecológicas”.
El Papa ha destacado la exigencia de la libertad religiosa, “un derecho fundamental, primario e inalienable, que es necesario promover en todas partes y que no puede limitarse únicamente a la libertad de culto”. Frente a las tendencias que propugnan relegar a la esfera de lo privado el credo de las personas, el Papa Francisco ha señalado que así se “privaría a la sociedad de una riqueza inmensa”. Ante los desafíos actuales que han traído la pandemia, la guerra, el levantamiento de muros entre naciones y la crisis ecológica, el Papa ha hecho una invitación a preservar las identidades religiosas “abiertas a la valentía de la alteridad, sin falsos sincretismos conciliadores”.