El Consejo de ministros de Energía de la UE ha adoptado este lunes su posición negociadora para aumentar el objetivo de producción energética renovable del actual 32% hasta el 40% en 2030, en línea con la revisión propuesta por Bruselas, como parte del paquete con el que el bloque actualizará su legislación en materia climática, llamado 'Objetivo 55'.

En este sentido, la ministra de la Transición Energética de Francia y presidencia de turno, Agnès Pannier-Runacher, ha señalado la importancia de descarbonizar los sistemas energéticos y han indicado que el desarrollo de renovables y el ahorro energético son cruciales para cumplir con los objetivos climáticos y reducir la dependencia de Rusia.

Los Veintisiete han establecido su posición negociadora respecto a la directiva de Energías Renovables y de Eficiencia Energética, inscritas en el paquete 'Objetivo 55', que ahora debe ser negociado con el Parlamento para llegar a un acuerdo sobre el texto definitivo.

Para alcanzar la participación del 40% de fuentes verdes en el mix energético los Estados miembro deberán aumentar sus contribuciones nacionales en sus planes integrados de energía y clima, cuya actualización está prevista en 2023 y 2024.

En lo que respecta al transporte, los titulares de energía de la UE establecido la posibilidad de que los países escojan entre un objetivo de reducción del 13% de los gases de efecto invernadero en el transporte hasta 2030 o un objetivo de, al menos, una penetración del 29% de energías limpias en el consumo final de energía del sector del transporte hasta 2030.

Además, el Consejo ha fijado un subobjetivo para los biocarburantes avanzados --aquellos producidos a partir de residuos y desechos de la agricultura y la silvicultura-- en el sector del transporte del 0,2% en 2022, del 1% en 2025 y del 4,4% en 2030.

Respecto a los combustibles renovables de origen no biológico, como hidrógeno renovable y combustibles sintéticos derivados, los Veintisiete han marcado como hito que representen el 2,6% en 2030.

Además, los Estados miembro han pedido aumentar un 0,8% anualmente la participación de las energías verdes en la calefacción y la refrigeración hasta 2026 y un 1,1% al año de 2026 a 2030.

La industria, también tendrá que incrementar cada año un 1,1% el uso de renovables al año y el 35% del hidrógeno utilizado debe proceder de combustibles verdes de origen no biológico para 2030, una ambición que los Veintisiete han elevado al 50% en 2035. En el caso del sector de la construcción, esta participación de las energías limpias debe ser del 49%.

Los titulares de Energía han incluido procedimientos de autorización acelerados para proyectos renovables para impulsar su despliegue y reducir la dependencia energética de Rusia, en línea con el plan RePower EU presentado por la Comisión Europea a mediados de mayo.

REDUCIR EL CONSUMO ENERGÉTICO UN 36% PARA 2030

Respecto a la directiva de Eficiencia Energética, los ministros de Energía comunitarios han planteado reducir el consumo de energía en la UE en un 36% para los consumidores finales y un 39% para los consumidores de energía primaria hasta 2030.

Los Veintisiete han instado a aumentar el objetivo de ahorro energético para los consumidores finales un 1,1% anual de 2024, un 1,3% al año a partir de 2026 y un 1,5% a partir de 2028, con la posibilidad de transferir, de un periodo a otro, un 10% del exceso de ahorro.

El sector público tendrá que reducir cada año el consumo de energía un 1,7%, o un 1,9% si se excluye de ese cómputo el transporte público y las fuerzas armadas y los países de la UE tendrán que renovar, cada año, al menos el 3 % de la superficie de los edificios de la administración pública.

Para garantizar la transparencia en el consumo energético de los centros de datos, éstos estarán obligados a publicar, a partir de 2024, información sobre su consumo energético, que se recopilará en una base de datos elaborada la Comisión Europea.

En julio de 2021, el Ejecutivo comunitario presentó el paquete 'Objetivo 55' que establece un marco legislativo a nivel europeo para reducir las emisiones de efecto invernadero en un 55% en 2030, respecto a los niveles de 1990.