Un nuevo primer ministro, un adelanto electoral o la dimisión: las opciones de Macron
Un escenario de crisis acentuado con la dimisión de Sébastien Lecornu, el tercer primer ministro en nueve meses
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La dimisión sorpresiva del primer ministro francés, Sébastien Lecornu, sacudió este lunes la vida política francesa y abre un abanico de posibilidades para que el presidente Emmanuel Macron intente superar una crisis política inédita: Nombrar un nuevo jefe de Gobierno, adelantar las legislativas o dimitir.
Nadie puede ser primer ministro cuando "no se dan las condiciones" para gobernar, decía Lecornu esta mañana en una declaración pública para explicar su decisión de tirar la toalla por los "egos" y tácticas "partidistas" de algunos líderes tanto dentro como fuera del Ejecutivo.
Un dardo que iba especialmente dirigido contra el líder derechista Bruno Retailleau, quien pese a ser reelegido como ministro de Interior anoche blandía la amenaza de abandonar el recién nombrado Gobierno porque, según él, "no refleja la ruptura prometida"; un argumento que repitió este lunes.
A Retailleau también le molestó el nombramiento del exministro de Economía (2017-2024) Bruno Le Maire como titular de Defensa, ya que le culpa del elevado nivel de la deuda del país.
Acorralado por sus aliados descontentos de Los Republicanos (LR, conservadores) y los cuatro partidos de izquierda que lo habían amenazado con la censura en la Asamblea Nacional, donde mañana estaba previsto que pronunciase su discurso de política general, a Lecornu solo le quedaba la dimisión.
La cuestión que se plantea ahora es cuáles son las salidas que se abren tras la dimisión del quinto primer ministro del segundo mandato de Emmanuel Macron, el tercero en solo un año. Estas son las posibilidades sobre la mesa:
Nombrar un nuevo primer ministro
Quitando a Élisabeth Borne, que se desempeñó como primera ministra de Francia desde mayo de 2022 hasta enero de 2024, ya son cuatro jefes de gobierno seguidos del segundo mandato de Macron que no llegan ni siquiera al año en el puesto: Gabriel Attal (de enero de 2024 a septiembre de 2024), Michel Barnier (septiembre de 2024 a diciembre de 2024), François Bayrou (de diciembre de 2024 a septiembre de 2025) y Lecornu (27 días, del 9 de septiembre al 6 de octubre).
Tras Lecornu, considerado como la última baza de Macron, al jefe del Estado le quedaría la opción de buscar aún un nombre entre las filas del macronismo en crisis, pero es algo que incluso algunas voces dentro del partido rechazan.
"A quienes todavía piensan que podríamos gobernar sin la izquierda, les digo: se equivocan", escribió en redes sociales Agnès Pannier-Runacher, ministra en diferentes carteras desde 2020 y partidaria del presidente Macron desde la primera hora.
Es precisamente lo que pide la izquierda, cuya coalición Nuevo Frente Popular obtuvo la mayor cantidad de escaños en las elecciones legislativas de junio de 2024, pero sin alcanzar la mayoría.
El líder socialista, Olivier Faure, ya se mostró dispuesto a principios de septiembre pasado a asumir el cargo de primer ministro tras la caída del entonces jefe del Ejecutivo, François Bayrou, tras someterse a una moción de confianza para sacar adelante su plan de recortes presupuestarios.
Entre otras opciones, también suena el nombre del centrista Jean-Louis Borloo, exministro de Nicolas Sarkozy y desde 2014 alejado de la primera línea política.
Convocatoria de elecciones legislativas
Otra salida en el horizonte es que Macron provoque una nueva disolución de la Asamblea Nacional, lo que daría paso a la convocatoria de unas nuevas elecciones legislativas en los próximos meses, algo que reclaman mayoritariamente desde la oposición.
"Hemos llegado al final del camino, no hay otra solución", afirmó la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, cuya Agrupación Nacional (RN) se presenta como la opción preferida de los franceses, según las últimas encuestas.
Quienes piden un adelanto electoral buscan una nueva aritmética de escaños en la Asamblea Nacional que permita la construcción de una nueva mayoría que permita la gobernabilidad del país, actualmente con un Parlamento muy dividido incapaz de alcanzar un acuerdo que haga posible la aprobación de los presupuestos para 2026.
La Asamblea está fragmentada en tres bloques que se vetan mutuamente (izquierda, centro-derecha y ultraderecha).
¿Dimisión de Macron?
Tanto la extrema derecha como la ultraizquierda consideran a Macron como el responsable máximo de la crisis política francesa, pero solo estos últimos van hasta el punto de maniobrar para intentar su destitución.
En este sentido, el líder de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, reclamó "el examen inmediato" de una moción de destitución del presidente de la República presentada a iniciativa de su partido, con el apoyo de 104 diputados (de los 577 que tiene la Asamblea Nacional). Macron es "la fuente del caos", asegura.
Varios diputados de Los Republicanos, como David Lisnard, que hasta ahora han apoyado al gobierno, también han pedido a título individual la dimisión del jefe de Estado.
La opción de que Macron presente su dimisión es una posibilidad, aunque por el momento no parece la más probable.
El jefe del Estado está a apenas dieciocho meses del final de su segundo mandato presidencial, que finaliza en abril de 2027 y tras el que no puede presentarse a la reelección.