¿Por qué Portugal decide volver a nacionalizar TAP, su aerolínea estrella?

El Gobierno portugués da marcha atrás en la privaticación y volverá a ser el único accionista de la aerolínea TAP

Madrid

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 10:40

El gobierno portugués ha decidido dar marcha atrás en la privatización de TAP, la aerolínea bandera del país vecino. De esta forma, el Estado volverá a ser el único accionista de la compañía a finales de este 2021. Esta operación no va a salir barata a los portugueses. El Estado tendrá que gastar 2.726 millones de euros en el plazo de menos de un año.

Esta nacionalización tiene por objetivo apartar del control de la empresa al polémico magnate brasileño-estadounidense David Neeleman. Las decisiones empresariales que ha tomado el por ahora propietario mayoritario han desatado varias polémicas que han obligado al Gobierno de Antonio Costa a nacionalizar la aerolínea de nuevo. Ya se ha notificado a Bruselas de la intención de destinar un total de 3.200 millones de euros para reflotar la maltrecha aerolínea. El ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, defendió esta decisión declarando que "TAP es demasiado importante como para que el país pueda permitirse el lujo de perder la compañía".

El año pasado cuando comenzó a preverse la renacionalización de la firma, aunque no se vislumbraba cómo. Ahora sí, el gabinete socialista considera que ha llegado el momento de revertir el hecho de que el 45% de la compañía permaneciera en manos privadas, a cargo del consorcio luso-brasileño Atlantic Gateway, encabezado por el citado magnate y por el empresario Humberto Pedrosa, de Oporto.

Como las principales empresas internacionales del sector, TAP atraviesa un momento crítico. En el actual contexto de crisis sanitaria y económica, la demanda de vuelos ha caído notablemente. Esto hace que la situación de la mayoría de aerolíneas sea muy delicada. En el caso de la aerolínea portuguesa, se tradujo en una urgente necesidad de revitalización económica por valor de 1.000 millones de euros el año pasado.

El principal detonante de esta decisión es una remodelación de los planes de vuelo de la compañia lusa. Elequipo directivo presentó un plan de renovación de los vuelos, con el que muchos portugueses no quedaron contentos. La razón de la polémica está en la reducción de los vuelos con destino a las ciudades y provincias del norte del país. El segundo aeropuerto del país, el de Oporto, solo tendría establecidos tres vuelos regulares con la nueva planificación.

Cuando se desveló la nueva estrategia de la aerolínea, se sucedieron las comparecencias públicas de los alcaldes de Oporto, Viana do Castelo, Maia y Vila Real, en las que dejaron patente la clara marginación del norte de Portugal.

Rui Moreira, alcalde de Oporto, se mostró especialmente enfadado con la gestión de los vuelos por parte del equipo de gestión del millonario de doble nacionalidad. Llegó a declarar que "TAP está intentando imponer un confinamiento a Oporto y a todo el norte". El propio Antonio Costa se vio obligado a mediar. Solicitó una rectificación a la compañía, pero no se produjo.