Madre y esposa de desaparecidos sirios: “Sólo me mueve la esperanza de que estén vivos”

80.000 personas detenidas por las fuerzas del régimen en paradero desconocido en Siria

@manuiza64

Jefe de Internacional de COPE

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 08:56

Las prisiones militares y los centros de detención de los servicios de inteligencia en Siria son “un agujero negro” desde hace ocho años -cuando comenzaron las protestas pidiendo democracia y libertad que desembocaron en una guerra civil-, dice Diana Seeman, investigadora de Amnistía Internacional. Desde marzo de 2011 han desaparecido 80.000 ciudadanos sirios -la mayoría hombres, pero también mujeres y niños- detenidos por las fuerzas de seguridad en la calle, en sus lugares de trabajo, en sus casas. Entre ellos hay abogados, defensores de derechos humanos, periodistas y “sabemos que están desaparecidos porque sus familias no saben dónde están, y no sabemos en qué centros de detención se encuentran, señala Seeman.

Entre esos miles de desaparecidos se encuentran Abdulaziz y Maher, el marido y el hijo de Fadwa Mahmud, que no tienen noticias de ellos desde el 20 de septiembre de 2012, más de seis años. Abdulaziz era médico, tenía entonces 61 años, volvía de un viaje fuera del país. Maher -de 31 años- estudiaba en la universidad de Damasco y trabajaba como mecánico. Fue a recoger a su padre al aeropuerto. Fadwa cuenta que los dos fueron detenidos por los servicios de inteligencia de la fuerza aérea, aunque las autoridades sirias lo niegan, igual que niegan que estén o hayan estado bajo su custodia ninguno de los 80.000 desaparecidos.

Abdulaziz pertenecía al Partido Acción Comunista, había apoyado manifestaciones pacíficas y se había mostrado en contra de levantarse en armas contra el régimen, quería un cambio pacífico. Maher no tenía filiación política. Seis años después de su desaparición, Fadwa todavía cree que están vivos y confía en que les pongan en libertad, “sólo me mueve esa esperanza”, asegura. Es cofundadora de “Familias por la Libertad”, una organización de la que forman parte en su mayoría mujeres que buscan conocer qué ha pasado con esos miles de personas en paradero desconocido.

La investigadora de AI para Siria, Diana Seeman, afirma que las personas detenidas “son sometidas a horribles torturas, con las mismas técnicas que eran utilizadas hace miles de años”. Explica que “las torturas empiezan nada más llegar al centro de detención, es una especie de ceremonia de bienvenida; les atan por las manos, les cuelgan del techo, son golpeados con palos y cables en los pies, en la espalda, les queman con cigarrillos”.

Amnistía Internacional intenta dar visibilidad a estos miles de desaparecidos en Siria con la exposición “Decenas de miles” en Casa Árabe, en la que muestra retratos, poemas de personas detenidas y objetos de las víctimas, como la cartera del marido de Fadwa, que ella lleva siempre consigo.