La increíble iglesia emergida de entre las aguas después de 40 años

El templo de la Virgen de los Dolores de México estaba situado en Zangarro, un pueblo inundado hace cuatro décadas. La bajada del nivel del agua lo ha devuelto a la superficie

Luis RamírezEFE

Tiempo de lectura: 3' Actualizado 15:04

En sus tiempos, Zangarro fue un pequeño pueblo situado en el estado de Guanajuato, en pleno corazón de México, en el medio y centro del país. Hoy todavía existe, aunque eso sí, desplazado unos cuantos metros de su lugar original, como se deja intuír cada vez que baja el nivel del agua de la cercana presa de 'La Purísima'.

Aunque más que hablar de desplazar, es conveniente hacerlo de reconstruir. Zangarro es un pueblo con mucha historia a sus espaldas y que, en su día, gozó de relativa importancia gracias, entre otros factores, a su buena ubicación.

Destacaba por su iglesia, conocida como el Templo de la Virgen de los Dolores, cuya construcción oficial data del siglo XIX, a pesar de que algunos historiadores creen que, en realidad, este edificio se alzó unos años antes, durante el siglo XVIII.

Es una iglesia de un tamaño medio, que combina en armonía los estilos neoclásico y barraco y que, en su día, allá por los años de la época virreinal, fue un lugar bastante concurrido, ya que allí se ubicaban las oficinas del registro civil de la zona.

Sin embargo, el destino de este pueblo y de su iglesia cambiaría para siempre en agosto de 1973, cuando con el desbordamiento de la presa de 'El Conejo', se inundó la cercana ciudad de Irapuato, la más próxima a Zangarro.

Por ello, el presidente del país en aquellos años, José López Portillo, ordenó la contrucción de una nueva presa, llamada 'La Purísima', justo en el lugar que hasta entoces ocupaba el pequeño pueblo, que se vio obligado a mudarse unos cuantos metros al sur, a pesar de la negativa de muchos habitantes, que habían desarrollando un fuerte sentimiento de pertenencia con el lugar.

Con esta decisión, se abandonó el pueblo original y se optó por construir de cero nuevas casas, edificios y negocios, por lo que todo quedó bajó el agua con la inauguración de 'La Purísima' en 1979.

Desde entonces, han pasado ya más de 40 años, pero el lugar sigue mantentiendo un encanto especial que se asoma cada vez que, con el calor y la llegada de la temporadas de sequía, desciende el nivel del agua.

Es en ese momento cuando la iglesia 'emerge' de las profundidades y se vuelve visible y, dependiendo del nivel del agua, hasta visitable. Y es justo eso lo que ha ocurrido recientemente, dejando estampas de película y generando un importante efecto llamada.

La iglesia se mantiene tal y como quedó hace 42 años, salvando el desgaste causado por el agua, por lo que muchas personas, tanto habitantes de la zona como turistas, la visitan cada vez que esto ocurre.

Además, cuando las circunstancias climáticas lo permiten, el agua desciende hasta tal punto que la iglesia es visitable sin la necesidad de ir en bote, abriendo la puerta a la posibilidad de observar parte de los restos del antiguo pueblo.

Hoy en día, Zangarro se encuentra enmarcado entre dos de las principales localidades del estado. A unos 38 kilómetros al norte se encuentra la capital, que lleva el mismo nombre de Guanajuato, aunque la ciudad más cercana a Zangarro es Irapuato, situado unos 25 kilómetros hacia el sur.

Un caso más cercano

Su historia, aunque curiosa, no es única en el mundo. Sin ir más lejos, en nuestro país, ocurrió algo similar en la provincia de Lugo, en Galicia, donde se encuentra el pueblo de Portomarín.

Este pequeño lugar también fue sumergido en su día por la construcción de un embalse, en su caso el de Belesar, aunque allí parte de los edificios se trasladaron, piedra a piedra, a la nueva ubicación del asentamiento.

Buena prueba de ello es la iglesia de San Nicolás, que aún a día de hoy conserva los números con los que se marcaron sus piedras para la posterior reconstrucción.

Además, en esta zona también se pueden observar los restos de las antiguas edificaciones, el malecón y el primitivo puente cuando desciende el nivel del agua.