Estados Unidos, contra su historia: 'Black Lives Matter' se lleva por delante a los padres de la patria

A mediados de 2020, radicales de ultraizquierda también derribaron la estatua de George Washington en Portland y quemaron su cabeza

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El Ayuntamiento de Nueva York ha votado este lunes de forma unánime sacar de la sala de sesiones la estatua centenaria de Thomas Jefferson (presidente del país de 1801 a 1809), pero ha sido incapaz de decidir un destino final para la estatua, una muestra más de lo difícil que resulta el consenso sobre las figuras históricas del país.

Poco antes del voto, el presidente de la Comisión de Diseño Público, responsable de todo el patrimonio municipal, advirtió: "Hay 700 objetos artísticos en nuestra jurisdicción, no podemos tomar una decisión alocada que siente un precedente para las otras 699 obras que pueden suponer también un desafío para personas de otros grupos de gente".

"Jefferson representa alguna de las partes más vergonzosas de la larga y matizada historia de nuestro país", asegura la concejal afroestadounidense Adirenne Adams, citada por el prestigioso medio 'The New York Times'.

Esta decisión, según informa el diario ABC, forma parte de un debate que surgió a raíz de la muerte de George Floyd y que generó el movimiento Black Lives Matter. Un gesto que se lleva produciendo desde hace un tiempo en EE.UU, pues también retiraron a comienzos de septiembre la estatua del general Robert E. Lee.



"Esto se esperaba desde hace mucho tiempo, y forma parte del proceso de curación necesario para que Virginia pueda avanzar y se convierta en un Estado acogedor caracterizado por la inclusión y diversidad", declaró con solemnidad Ralph Northam, el gobernador demócrata de la que durante la guerra civil estadounidense fue la capital de la Confederación.

También en California retiraron una estatua de Cristóbal Colón e Isabel la Católica que lleva 137 años en el Capitolio estatal. La decisión la adoptaron los demócratas en el contexto de la ola de protestas antirracistas en el país. Sin embargo, no es la primera vez que retiran una estatua de Colón. Ya en noviembre de 2018, el condado de Los Ángeles quitó la que se encontraba en Grand Park, en frente del Ayuntamiento.



Medidas similares se han tomado en los últimos años en distintas partes del país, como el fraile mallorquín San Junípero Serra, el primero explorador europeo que se asentó en California. Algunas voces indígenas llegaron a calificarlo de genocida y prestigiosas universidades norteamericanas como la de Stanford anunciaban la retirada de su nombre de las calles y de los edificios del campus.



A mediados de 2020, radicales de ultraizquierda también derribaron la estatua de George Washington en Portland y quemaron su cabeza. En algunas de las fotografías y vídeos que trascendieron a los medios, aparecían mensajes como "genocida" y "1619". Donald Trump criticó a través de la red social Twitter que la Policía "no está haciendo su trabajo" en Washington "mientras miran una estatua ser derribada y quemada".

Múltiples hechos que demuestran que las desigualdades raciales que se han acrecentado con la pandemia del covid y el debate sobre estos monumentos, por tanto, forman parte de un movimiento que ha ido creciendo con fuerza en los últimos años. Movilizaciones sociales que intensifican el conflicto político e histórico en Estados Unidos.