Los equipos de rescate que trabajan en la zona afectada por un deslizamiento de tierra la semana pasada en el suroeste de Noruega, suceso que dejó al menos siete muertos, han tenido que retirarse de la zona debido a un nuevo deslave.

La Policía ha señalado que no hay heridos entre los trabajadores de rescate, que han abandonado la zona en el área de Gjerdrum mientras estudian la situación. "Todos los equipos han salido de la zona. No hay heridos", ha señalado Roy Alkvist, que encabeza las tareas policiales.

El deslizamiento ha tenido lugar en la zona central de Ask, lo que ha llevado a Alvist ha recordar que la situación "es muy arriesgada". "Hemos visto que hay peligro por trabajar aquí", ha manifestado, tal y como ha recogido el portal de noticias Norway Today.

El corrimiento de tierra se produjo el 30 de diciembre en Ask, a unos 40 kilómetros de Oslo, la capital del país. Por el momento se han recuperado los cuerpos sin vida de siete personas, si bien otras diez personas han resultado heridas. Además, nueve casas han sufrido graves daños y un millar de personas han tenido que ser evacuadas.

El rey Harald de Noruega visitó el domingo el lugar de la tragedia, que el monarca describió como un incidente "absolutamente terrible" y "difícil con expresar en palabras".