El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha descartado una posible tregua con los grupos rebeldes activos en el noroeste de Siria, ya que considera que este tipo de gestos equivaldría a una "rendición ante los terroristas".

Sería, en su opinión, un "incentivo" para que siguiesen actuando, tal como ha esgrimido este martes ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Lavrov ha llamado a la comunidad internacional a cerrar el paso a los extremistas en todas las zonas, según la agencia de noticias Sputnik.

En este sentido, el jefe de la diplomacia rusa ha cuestionado que algunos países justifiquen las acciones de grupos radicales y ha advertido de que este tipo de actitudes nada tienen que ver con la preocupación por el respeto dee los Derechos Humanos.

Rusia apoya al régimen de Bashar al Assad en la ofensiva lanzada en Idlib, a la que se le atribuyen más de 900.000 desplazados, un éxodo sin precedentes desde el inicio de la guerra en 2011.