La Fiscalía de Ceuta pide nueve años de prisión para los dos ceutíes que el 18 de mayo a última hora de la mañana supuestamente dispararon desde el balcón de la vivienda de uno de ellos en el centro de la ciudad a varios jóvenes migrantes marroquíes que habían accedido irregularmente a territorio español durante las horas previas e hirieron a uno de 17 años en la espalda.

Los acusados supuestamente grabaron la agresión con un teléfono móvil mientras manifestaban "expresiones de insulto, mofa y risas", y posteriormente difundieron el vídeo por Internet.

Según el escrito del Ministerio Público, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso Europa Press, a los dos procesados se les atribuyen presuntos delitos de incitación al odio y lesiones con armas, en este último caso con agravante de discriminación.

Por ello, además de pena de cárcel se solicita que les sea impuesta una multa de 12 euros diarios durante 12 meses --o de inhabilitación para profesión u oficio educativo durante 19 años en caso de impago-- y el abono de al menos 3.000 euros en concepto de daños físicos y morales a la víctima, que recibió puntos de sutura en su costado izquierdo a causa de una herida por proyectil.

La acusación popular considera que los dos sujetos se pusieron de acuerdo "tanto en la acción como en el resultado" movidos por "el íntimo malestar y crispación que les había causado la entrada masiva e irregular de inmigrantes desde Marruecos a Ceuta".

Como "represalia y venganza" contra los menores y adultos "que deambulaban por la calles de la ciudad de Ceuta sin cobijo ni alimentos" decidieron "con claro ánimo de mofa, sorna y vilipendio", probar una carabina del calibre 5,5 con la que dispararon sobre un grupo que alrededor de las 13,00 horas pasaba ante la vivienda de uno de ellos por el Paseo de La Marina.

Lo hicieron, a ojos del Ministerio Público, según ha adelantado el diario 'El Faro', demostrando "una carencia absoluta de humanidad y empatía" y "obviando los más elementales principios de solidaridad, tolerancia y convivencia".

Después, "con el fin de alentar y animar al odio, la hostilidad y la discriminación contra los inmigrantes irregulares y menores extranjeros no acompañados que habían accedido a Ceuta, así como de menospreciar a esas personas por razón de su origen nacional, religioso y étnico, difundieron el video a través de Whatsapp y las redes sociales".