Muere el expresidente José Luis Olivas a los 73 años

El expresidente de la Generalitat Valenciana, José Luis Olivas, ha fallecido este sábado a los 73 años de edad. Su figura es fundamental para entender la historia reciente de la Comunidad Valenciana, no solo por su papel al frente del Consell entre 2002 y 2003, sino también por su posterior implicación en el sector financiero y los problemas judiciales que acabaron con su carrera pública.

Olivas, que sucedió a Eduardo Zaplana en la presidencia, representa una época de gran poder para el Partido Popular en la región, pero su legado quedó permanentemente manchado al convertirse en el primer presidente de la Generalitat Valenciana condenado por un tribunal. Su trayectoria dibuja una parábola desde las más altas esferas del poder autonómico hasta el banquillo de los acusados.

Una carrera política ligada al PP

Nacido en Motilla del Palancar (Cuenca) en 1952, este licenciado en Derecho inició su andadura política en la extinta Unión de Centro Democrático (UCD), con la que fue concejal en el Ayuntamiento de Valencia. A finales de los ochenta se integró en el Partido Popular, donde se consolidó como uno de los hombres fuertes de la entonces alcaldesa, Rita Barberá, ejerciendo como teniente de alcalde y portavoz del grupo municipal.

El salto a la política autonómica lo dio en 1995 como diputado en las Cortes Valencianas. Fue nombrado conseller de Economía y Hacienda en el gobierno de Eduardo Zaplana, y en 1999 ascendió a vicepresidente. Cuando Zaplana fue llamado por José María Aznar para ser ministro, Olivas asumió la presidencia de la Generalitat hasta las elecciones de 2003, en las que Francisco Camps se alzó con la victoria.

Del poder político al financiero: el caso Bancaja

Tras la victoria de Camps, Olivas abandonó la política activa y fue nombrado presidente de Bancaja y del Banco de Valencia. Su gestión coincidió con los años más turbulentos de la historia financiera reciente. El Banco de Valencia, bajo su mandato, se convirtió en la primera entidad intervenida por el Banco de España desde el inicio de la crisis de 2007, tras detectarse un agujero de casi mil millones de euros que tuvo que ser cubierto por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Además, representó a Bancaja en la fusión que dio origen a Bankia, convirtiéndose en su vicepresidente bajo la presidencia de Rodrigo Rato. La intervención del Banco de Valencia, los procesos judiciales y el deterioro de su imagen pública le llevaron a retirarse de la actividad empresarial y del foco mediático.

La condena que marcó su legado

En 2017, su caída se materializó con una condena que sentó un precedente: el Juzgado de lo Penal número 6 de Valencia le impuso un año y medio de prisión y una multa de 151.800 euros. Se convirtió así en el primer expresidente valenciano en ser condenado por la justicia por delitos de falsedad en documento mercantil y contra la Hacienda Pública.

Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, la Generalitat Valenciana ha anunciado que declarará luto oficial este domingo 30 de noviembre y ha trasladado el pésame a sus seres queridos. En un mensaje en la red social X, la administración ha enfatizado: "Acompañamos en el dolor a su familia, amigos y allegados". Durante la jornada de luto, las banderas ondearán a media asta en los edificios públicos de la Generalitat.