El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado que las fuerzas de seguridad del país "destruyeron" a cerca de 13.000 miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en operaciones en el país y en Irak.

El mandatario ha señalado que "más de 12.900 terroristas, incluidos 6.000 en el país y 6.900 en el extranjero, han sido destruidos" desde el fin del alto el fuego en julio de 2015, según ha informado el diario turco 'Hurriyet'.

Asimismo, ha agregado que "en esas operaciones, cerca de 1.300 terroristas resultaron heridos, mientras que más de 1.300 terroristas fueron capturados con vida", antes de manifestar que más de 2.200 se entregaron además a las fuerzas de seguridad.

Por otra parte, ha resaltado que desde julio de 2015 han muerto 1.259 miembros de las fuerzas de seguridad, entre ellos más de 400 soldados, cerca de 440 agentes de la Gendarmería y 300 policías, tal y como ha recogido 'Hurriyet'.

El Ejército de Turquía ha intensificado sus operaciones contra el PKK tanto en el país como en el norte de Irak --donde la formación cuenta con numerosas bases-- desde que quedó roto el alto el fuego entre el Gobierno y el grupo armado en julio de 2015.

Las autoridades turcas denunciaron durante el fin de semana la ejecución de trece civiles turcos a manos del grupo en el marco de una operación en el norte de Irak, si bien el PKK resaltó que se trataba de soldados y policías capturados durante un ataque.

Más de 40.000 personas, en su mayoría kurdos, han muerto desde que el PKK --considerado como una organización terrorista por parte del Gobierno turco-- se alzó en armas en 1984. Las operaciones militares contra el PKK se han visto acompañadas de una campaña de arrestos y condenas contra miembros y seguidores del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP), la tercera fuerza política del país.