La princesa Leonor celebra este miércoles su 13 cumpleaños con un acto en el que va a pronunciar sus primeras palabras en público con la lectura del artículo 1 de la Constitución, lo que se une a otros eventos oficiales que han acentuado su condición de heredera de la Corona en los últimos meses.

Su presencia en el Instituto Cervantes junto al rey para conmemorar el 40 aniversario de la aprobación en el Congreso de la Constitución marca otro hito destacado en su trayectoria.

La princesa de Asturias va a estar respaldada por los poderes del Estado, encabezados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un acto que se prevé sencillo y breve, pero cargado de simbolismo.

La princesa va a recitar el artículo 1 de la Carta Magna, que establece que "la soberanía nacional reside en el pueblo español" y que la Monarquía parlamentaria es la forma política del Estado, así como una democracia que propugna como valores superiores como "la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político".

El último año de la princesa ha marcado un punto de inflexión en su relevancia pública como heredera.

El mismo día que cumplió 12 años, Zarzuela publicó su primera fotografía oficial en solitario, captada en el Palacio Real.

Sería también en este lugar donde el pasado 30 de enero protagonizó su primer gran acto oficial con la imposición, de manos de su padre, del Collar del Toisón de Oro que Felipe VI le otorgó en su décimo aniversario.

El otro acontecimiento que ha reforzado "la presencia pública-institucional de la futura Reina", como ha descrito Zarzuela el proceso en el que está inmersa la princesa, ha sido su primera visita a Asturias junto a sus padres y su hermana Sofía el 8 de septiembre.

Un acto lleno de simbolismo que coincidía con el centenario de la la coronación canónica de la Santina y del 1.300 aniversario del Reino de Asturias, lo que dio pie a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre a acuñar la primera moneda con el rostro de la hija mayor del rey.

El último gesto relevante tuvo lugar en el desfile militar del pasado 12 de octubre, cuando Leonor se sentó por primera vez a la derecha de su padre para hacer patente la continuidad en la Corona.

Una de las grandes incógnitas en torno a su figura es cuándo se estrenará en los Premios Princesa de Asturias en Oviedo.

En el caso de don Felipe, hizo su primera aparición con trece años, en 1981, algo que su hija aún estaría a tiempo de repetir en la edición de 2019, si bien desde Zarzuela insisten en que "no hay que hacer comparaciones" porque el contexto que le tocó vivir al ahora rey no guarda relación con el actual.

"Pasito a pasito", remarcan para hacer ver que se trata de un proceso en el que cada paso está muy medido.

Más allá del acto de mañana, Zarzuela no ha dado pistas de cómo será la hoja de ruta institucional de la princesa a corto y medio plazo, ni de cuándo tendrá lugar su primer discurso.

Sí tuvo una primera toma de contacto con los medios en la sesión fotográfica que los reyes celebraron en agosto en el Palacio de la Almudaina de Palma, el primer Real Sitio que visitó fuera de Madrid.

Allí, respondió a los periodistas algunas preguntas sobre su experiencia en el campamento de verano en el que estuvo en julio con su hermana en EEUU: "Ha sido muy divertido; hemos hecho mucho deporte y hemos conocido niños de otros países", comentó con cierta timidez al lado de su padre, que se encargó de responder las cuestiones más 'delicadas'.

De la vida privada y aficiones de la princesa -que cursa segundo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el colegio privado Santa María de los Rosales de Madrid-, la Casa Real no ha divulgado información, más allá de las imágenes familiares que distribuyó en enero con motivo del 50 cumpleaños de Felipe VI, en las que se descubrió que la princesa es zurda.

"Son dos niñas de lo más normal. Buenas, cariñosas y muy educadas", comentan en el entorno de la Familia Real sobre Leonor y su hermana Sofía, de once años.

También se conoce que les gusta el cine, el ballet, el teatro y hacer deporte.

En lo que va de año, al margen de actos oficiales, a la princesa de Asturias se la ha visto media docena de veces en escenas familiares, si bien la que más dio que hablar fue la escena a la salida de la catedral de Palma tras la Misa de Resurrección, cuando tuvo lugar el desencuentro entre doña Letizia y la reina Sofía, que quería hacerse una foto con sus nietas.

Una semana después, la princesa aparecía con su madre y su abuela con aspecto sonriente cuando fueron a visitar al rey Juan Carlos tras su operación, lo que se interpretó como una manera de aplacar las suspicacias que había generado el episodio de la catedral.

A esa imagen se unieron otras de las reinas, la princesa y la infanta Sofía, como la visita al mercado en Palma en la que se detuvieron ante una pescadería.