GOBIERNO TRANSPARENCIA
El Senado rechaza reprobar al Gobierno por no cumplir la Ley de Transparencia
La Comisión Constitucional del Senado ha rechazado una moción del PP que pedía al Gobierno cumplir con las resoluciones del Consejo de Transparencia, dotarlo de más personal y dejar de "obstaculizar" el suministro de información a los senadores que la solicitan respecto al funcionamiento del Ejecutivo.
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La Comisión Constitucional del Senado ha rechazado una moción del PP que pedía al Gobierno cumplir con las resoluciones del Consejo de Transparencia, dotarlo de más personal y dejar de "obstaculizar" el suministro de información a los senadores que la solicitan respecto al funcionamiento del Ejecutivo.
En su estreno como portavoz en esta comisión, la senadora del PP Salomé Pradas ha defendido la necesidad de instar al Ejecutivo a cumplir con la legislación de transparencia tras haber recibido 1.200 requerimientos del Consejo por no atender demandas de información.
Ella misma, ha recordado, experimentó este rechazo cuando pidió detalles del viaje en Falcon al festival de Benicassim del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y se le negó invocando una ley de secretos "franquista" a la que recurre el Ejecutivo "más opaco de la historia", ha destacado, para no respetar la legislación.
La iniciativa no ha prosperado porque tanto el grupo socialista como la Izquierda Confederal, cuyos portavoces sí han admitido apostar por una mayor transparencia, ha entendido que la pretensión del PP era más bien convertirla en una "requisitoria" contra el Gobierno, según el senador socialista Santiago Pérez.
También Josep Maria Reniu, de ERC, la ha considerado un producto de "oportunismo cortoplacista" a cargo de un partido que pide transparencia pero se niega a investigar el espionaje a los independentistas con el sistema Pegasus.
Por otro lado, la comisión ha aprobado otra iniciativa del PSOE mediante la cual el Senado reafirma el "valor esencial de la ética en la acción política" para garantizar así el "prestigio y legitimidad de las instituciones democráticas" e insta a los partidos a "depurar" responsabilidades políticas por los casos de corrupción.
Aunque el defensor de la moción, el senador socialista Artemi Rallo, ha asegurado que su grupo no pretendía "señalar a nadie", sus referencias al caso Gürtel y otros episodios de corrupción del PP han motivado un crudo enfrentamiento con el grupo popular que ha marcado el desarrollo del debate, aunque finalmente este grupo la ha apoyado.
Así, el senador del PP Fernando de Rosa ha sacado a colación una retahíla de asuntos en los que el PSOE estuvo implicado o fue condenado, desde el caso Filesa hasta el caso Roldán, los GAL o los ERE de Andalucía, para acusar así los socialistas de "ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio".
Rallo ha insistido en que "la corrupción en España siempre va a tener el nombre del PP" y ha asegurado que su idea era únicamente reafirmar el valor de la "ética" en la conducta de los responsables públicos.
Sin embargo, los portavoces de otros grupos, como Estefanía Beltrán de Heredia (PNV), que se ha abstenido, o Josep Maria Reniu (ERC) han lamentado el "rifirrafe" ocasionado entre los dos grupos mayoritarios al convertir la discusión en un "pimampum" para ver quién es más corrupto.
Pablo Gómez Perpinyà, de Izquierda Confederal, ha apuntado que en la lucha contra la corrupción "sobra patriotismo de partido y falta patriotismo de país" y ha pedido más controles para combatirla.
Este mismo senador ha propuesto en otra moción la creación de una ponencia para la reforma constitucional del Senado, pero su iniciativa ha sido desestimada.
El portavoz socialista Joan Lerma ha hecho ver que en un ambiente de "crispación" y al no existir "voluntad política" para lograr con el PP renovar el CGPJ o el Tribunal Constitucional no se dan condiciones para abordar una reforma de la Cámara de tal alcance.