Los aspectos más curiosos de la Moncloa al descubierto

La entrevista de Mariano Rajoy en 'El Hormiguero' suscitó gran interés por los entresijos de la residencia del presidente del Gobierno

 EFE

COPE.es

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 13 dic 2019

Esta semana ocurría un hecho singular en la televisión de nuestro país. El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acudía a ‘El Hormiguero’, el programa estrella de Atresmedia, para presentar su libro ‘Una España mejor’. Como es habitual, la entrevista fue un rotundo éxito y obtuvo una gran acogida en las redes sociales convirtiéndose en uno de los temas del día.

Entre los temas más destacados estuvieron Pedro Sánchez, Puigdemont o su salida a través de la moción de censura. Pero hubo un detalle en particular que sorprendió en gran medida al público. Se trata de la comida que sirven en el Palacio de la Moncloa. Al parecer, hubo un comentario del expresidente sobre ella que dio pie a Pablo Motos a incidir en el tema. Sin embargo, el expresidente del Gobierno no cedió y se limitó a comentar que nunca había tenido ningún problema y que lo que había pedido siembre lo había tenido disponible.

La Moncloa es un lugar que siempre ha suscitado muchos comentarios por el acceso limitado a la información sobre lo que allí acontece. Es de sobra conocido que cuenta con ocho estancias, nueve baños, tres vestidores y un búnker. Una zona, en la que vive el presidente, que ocupa unos 200 metros cuadrados, con jardines que rondan las seis hectáreas, y en los que hay 12 edificios adicionales.

La residencia presidencial ha sufrido alteraciones con el paso de cada jefe del Ejecutivo. Por ejemplo, Adolfo Suárez colocó una pista de tenis, Leopoldo Calvo- Sotelo compró un piano y Felipe González cultivó un pequeño huerto de bonsáis, afición ampliamente conocida. Por otro lado, José María Aznar mandó crear una sala de juegos para sus hijos y construyó una pista de pádel.

Además, entre los periodistas que acuden cada viernes a las ruedas de prensa de los Consejos de Ministros, es muy conocida la tortilla de patata que se hace en la Moncloa. Una tortilla que suelen comer los ministros cada viernes que se reúnen. En definitiva, un cúmulo de detalles que son de carácter público que quedan muy lejos del conocimiento de todos los entresijos que funcionan en el día a día de la residencia en la que vive el presidente del Gobierno.