La crisis provoca un éxodo de chinos a su país de origen

Viajar a China no está al alcance de todos por el dinero y las restricciones que conlleva

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 11:40

Hace un año, cuando la pandemia todavía era cosa de China, los comerciantes de este país fueron los primeros en verle las orejas al lobo y echaron las personas de sus negocios en España antes que nadie. Las estrictas medidas que tomaron desde el principio han hecho que se hayan contagiado menos en comparación con el resto de ciudadanos. Según datos que proporciona la propia comunidad china, se han contagiado 1.300 ciudadanos y han fallecido 21, de los 300.000 que viven en España.

Pero la crisis económica les está afectando como a todos. Los establecimientos de hostelería son los más afectados, pero también lo han notado los bazares. Desde la Asociación de comerciantes chinos de la Comunidad Valenciana afirman que "han cerrado muchos bares y restaurantes, algunos pueden hacer comida para llevar pero en otros los gastos son más que los ingresos y no pueden pagar los alquileres de los locales". El empleado de uno de estos establecimientos reconoce que está siendo un año muy duro, "yo trabajo con mi familia, pero los que tienen trabajadores les han tenido que despedir".

Uno de los casos más llamativos es el de Alicante, donde hasta el año pasado vivía una colonia de 15.000 chinos. No solo tenían restaurantes y bazares, sino que realizaban importantes inversiones inmobiliarias en la costa. En los últimos meses, el 20% de ellos se han marchado, bien a China o bien a otras ciudades españolas que no dependen tanto del turismo.

La decisión de volver a China tampoco es sencilla ni barata. El país asiático exige pasar una cuarentena de dos semanas en un hotel al llegar, y de otros quince días en casa. Algunos, los más pudientes, han regresado a su país solo para vacunarse y vuelven a España -tras pasar las pertinentes cuarentenas y pruebas PCR- con la tranquilidad de estar inmunizados.

La inversión se dispara

Sin embargo, el despacho Baker McKencie ha publicado en los últimos días un estudio que ha llamado mucho la atención: la inversión china en España se ha disparado, mientras que en el total de Europa decrece. Las cifras hablan por si solas, en España ha aumentado un 362% con respecto a 2019, mientras en Europa ha caído un 44%.

Pero estos datos tienen una explicación, puesto que se deben en parte a una sola operación, la compra de una participación de la constructora Aldesa por parte de China Railway. Además, los datos europeos, que se deben a la coyuntura económico, está previsto que se recuperen durante el 2021.