El Ayuntamiento de Oviedo rechaza la oficialidad del asturiano

El pleno del Ayuntamiento de Oviedo ha aprobado este jueves una proposición conjunta del equipo de gobierno (PP y Ciudadanos) que rechaza incluir la cooficialidad del asturiano en la reforma del Estatuto de Autonomía, actualmente en periodo de negociaciones entre el Gobierno del Principado (PSOE) y el resto de grupos parlamentarios.

La iniciativa, que ha contado con el apoyo de Vox y el rechazo del PSOE y Somos, subraya que la oficialidad "no es una prioridad para la inmensa mayoría de los asturianos" y muestra el compromiso de la corporación con la "lengua tradicional asturiana y sus variedades locales" dentro de la normativa vigente, el Estatuto y la ley de uso y promoción.

"Somos partidarios del asturiano en libertad y sin dividir a la sociedad", ha resaltado el concejal del PP Mario Arias antes de advertir de que "todos los datos" ponen de relieve el escaso grado de inmersión lingüística y de que la oficialidad podría hacer desaparecer todas las variantes locales "en favor de una única impuesta" así como sus efectos económicos, sociales y administrativos.

En representación de Ciudadanos, el edil Luis Pacho ha señalado que elevar la protección del asturiano es una "cortina de humo" para no abordar "los verdaderos problemas" que enfrenta la comunidad y ha apuntado que si la propuesta de la cooficialidad es "amable" el presidente asturiano, Adrián Barbón, debería tener la "amabilidad" de convocar un referéndum.

Por su parte, el edil socialista Diego Valiño ha condenado el cartel de "señalamiento" de Vox que utiliza una imagen del presidente Barbón y del secretario general de Foro, Adrián Pumares, besándose en la boca para arremeter contra la oficialidad, una medida que, a su juicio, garantizará la "supervivencia" del asturiano, un patrimonio cultural "cuya protección es insuficiente".

Por parte de Somos, el edil Ignacio del Páramo ha asegurado que la oficialidad "no es una cuestión de derechas e izquierdas, sino de tener libertad" mientras que la portavoz de Vox, Cristina Coto, ha afirmado que su aprobación implicará una "imposición totalitaria" en torno a una cuestión sobre la que "no hay demanda" y que se limita a ser un "chiringuito lucrativo".

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