Los Roberstson, la curiosa familia de la América profunda que es un símbolo de campaña de Trump

Dos de sus miembros más importantes, Phil y Willie, acudieron el año pasado a un acto de Donald Trump

@garciaperezcom

Redactor COPE

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 06:18

La América profunda, ese concepto que en el año 2016 dio la victoria a Donald Trump en las elecciones presidenciales frente a Hillary Clinton. Desde el punto de vista geográfico este concepto se refiere a los Estados Unidos alejados de las costas y que en algunas ocasiones solo conseguimos ver en películas o documentales sobre la cultura estadounidense.

Pero, debido al descontento de esta parte de la población con la administración Obama, Trump consiguió ver aquí una mina para conseguir votos, por ello, a través de su discurso colocando a Estados Unidos en primer Plano, el candidato demócrata consiguió conquistar a parte de la América profunda prometiendo volver a levantar Estados Unidos con medidas proteccionistas y reconstruyendo el tejido empresarial del interior estadounidense.

Dentro de este concepto social se encuentran los protagonistas de este artículo. Se trata de la Familia Robertson, un clan conformado por una docena de miembros que en el año 2012 saltaron a la fama por una serie de televisión. Se trata de una familia sureña con poco glamur, alejada de la vida cosmopolita, caracterizada por sus largas barbas y ropa de camuflaje, y también por su peculiar forma de ganarse la vida: haciendo reclamos (silbatos) para patos.

Dos de sus miembros más importantes, Phil y Willie, acudieron el año pasado a un acto de Donald Trump. Allí tuvieron la oportunidad de subir al escenario con el presidente republicano e intervenir de forma breve para defender la gestión que Trump estaba haciendo al frente de los Estados Unidos, llegando a decir que lo que más les gusta de él es que "no es un político".



Las encuestas en el año 2016 no le daban como favorito pero saltó la sorpresa. Donald Trump se convertía en presidente de los Estados Unidos tras haber conseguido más estados que su rival demócrata Hillary Clinton. El candidato republicano había conseguido capitalizar el descontento y el pesimismo de más de un 40% de estadounidenses.

A partir de esa victoria comenzó a rondar una idea que ya está ligada a la historia de los comicios estadounidenses celebrados hace cuatro años. Trump había conseguido conquistar la América Profunda, aquella que está lejos de las costas y que no suele salir en la televisión, solo a veces en películas o en imágenes que narran la esencia de la Ruta 66.

En el año 2016, la recuperación económica no había llegado a muchas zonas de Estados Unidos, donde el salario de la clase media se había estancado y el hartazgo hacia el establishment había provocado un importante sentimiento de rechazo a la clase política. En este contexto, Trump prometió construir América primero, bajo su lema "Estados Unidos, primero". Para ello anunció aranceles a los productos chinos, expulsión de inmigrantes sin papeles que no se sientan identificados con la cultura estadounidense. Parte de la comunidad latina, con miedo a perder lo que habían conseguido apoyó también a Donald Trump, que con millones de votos descontentos con la administración Obama consiguió alcanzar la Casa Blanca en noviembre del año 2016.