El trabajo desconocido que paga 40.000 euros por trabajar solo 48 horas y con vistas de infarto: "el empleo de tu vida"

Cambiar una bombilla puede parecer una tarea sin más. Pero si la cosa se complica y la bombilla se encuentra en lo alto de una torre de telecomunicaciones que se eleva a casi medio kilómetro del suelo, la historia cambia. 

Y de esta historia es precisamente protagonista Kevin Schmidt, un técnico especializado en infraestructuras de telecomunicaciones, que ha convertido este acto aparentemente sencillo en su modo de vida. Kevin desafía el vértigo y los riesgos extremos cada vez que escala una de estas gigantescas estructuras. 

Equipado únicamente con un arnés de seguridad, un casco y su experiencia, escala peldaños en torres que alcanzan hasta los 457 metros —más altas que la propia Torre Eiffel— para cumplir con una misión crítica: reemplazar las luces de señalización que alertan a los aviones de su presencia.

40.000 euros

Por cada ascenso, cobra en torno a 20.000 euros, lo que multiplicado por dos subidas al año, le supone unos ingresos, solo por este cometido, de  40.000 euros al año. 

Schmidt forma parte del equipo de una empresa especializada en la construcción y mantenimiento de torres de telecomunicaciones en Estados Unidos. 

 experto en alturas extremas  

Con el tiempo y muchos empeño, fue escalando puestos hasta convertirse en un auténtico experto en alturas extremas. Uno de los momentos más impactantes de su carrera tuvo lugar en Salem, Dakota del Sur. Allí, tuvo que escalar una torre de televisión de 457 metros para sustituir una luz averiada que formaba parte del sistema obligatorio de aviso a aeronaves, regulado por la FAA (Administración Federal de Aviación). 

Este tipo de intervenciones no pueden realizarse mediante helicópteros debido a las restricciones de espacio aéreo en torno a las torres, por lo que el ascenso debe ser completamente manual. 

En aquella ocasión, su compañero grabó el proceso con un dron, y el vídeo se viralizó rápidamente, acumulando millones de visualizaciones. 

espíritu de equipo  

Aunque el riesgo es evidente, Schmidt asegura que lo que más valora de su trabajo no es el salario, tampoco las vistas, sino el espíritu de equipo. “Puedes estar a seis metros en una azotea o a más de 600 cambiando una bombilla. Lo que nunca cambia es el compañerismo”, afirma en un vídeo compartido por su empresa. 

“Lo más importante es la confianza en el equipo. Aquí todos nos cuidamos. Ese apoyo vale más que cualquier cheque”, añade. 

 "Cada día es diferente"

Kevin asegura que los que más le entusiasma de este trabajo es su "constante dinamismo". A veces uno trabaja a nivel del suelo, otras veces se encuentra a 20 pies de altura en pleno centro de Denver, o incluso a 2.000 pies instalando una luz en la cima de una torre de transmisión. En ocasiones estás izando equipos, puliendo estructuras, o resolviendo desafíos técnicos únicos. Cada día es diferente".

“Si te atreves a mirar el mundo desde lo más alto, este puede ser el trabajo de tu vida”

Kevin Schmidt

Técnico de Telecomunicaciones

Esta profesión le obliga a estar permanentemente actualizado con lo último en tecnología, "qué compañías están desplegando nuevas frecuencias móviles, qué equipos se están utilizando, y todo lo relacionado con la evolución del sector".

Para este trabajo, advierte "se necesita personal comprometido, dispuesto a trabajar con empeño y a contribuir al crecimiento de la empresa. La cohesión del equipo es fundamental, y uno de los aspectos que más valoro aquí es precisamente ese: la forma en que todos colaboran y se apoyan mutuamente".

Kevin Schmidt es más que un técnico: es una muestra viva de que incluso las tareas más simples pueden convertirse en hazañas extraordinarias cuando se realizan en condiciones extremas. Y para quienes no temen a las alturas, él deja un mensaje claro: “Si te atreves a mirar el mundo desde lo más alto, este puede ser el trabajo de tu vida”.