Los hoteleros han apuntado la necesidad de que se mejore la presencia de los restaurantes españoles en el extranjero, la "gran asignatura pendiente" del sector, para impulsar aún más la gastronomía nacional, al tiempo que instan a defender la cocina local en sus establecimientos.

"A todo el mundo le encanta la gastronomía española y tiene mucho éxito, pero la asignatura pendiente es salir fuera, donde no lo hemos hecho bien. Para dar esa imagen de potencia gastronómica hay que mejorar los restaurantes españoles fuera, que son nuestras embajadas, porque siempre se encuentra un buen italiano o japonés en cualquier país del mundo, pero con la comida española no pasa lo mismo", ha indicado el director general de NH Hotel Group para el Sur de Europa, Hugo Rovira.

El directivo se ha pronunciado así durante la presentación del estudio 'La gastronomía en la economía española', realizado por KPMG.

De la misma opinión es el consejero delegado de Ayre Hoteles-Only You Hotels (Palladium Hotel Group), Juan Serra, que además ha insistido en la "responsabilidad" que tienen los establecimientos hoteleros para impulsar la gastronomía española. "Hay que incidir en la cocina local, aunque tengamos asiáticos o italianos en nuestros hoteles", ha recalcado.

Por su parte, el directivo de NH ha reconocido que el viajar se ha democratizado en los últimos años, por lo que apuesta por impulsar un turismo de "calidad" y con mayor valor añadido.

"En España nos cuesta creer que hay un mercado grande que esté dispuesto a gastar 500, 1.000 o 2.000 euros en salir a cenar. La calidad tiene un precio y hay que salir del círculo vicioso del bueno, bonito y barato. En España, cuando hagamos pagar en vez de un euro, tres por una cerveza, podremos pagar mejores sueldos y romper ese círculo", ha apostillado.

Mientras, Serra ha incidido en la necesidad de "romper la barrera física y psicológica" que supone entrar a un hotel, algo que se está consiguiendo con la amplia oferta gastronómica que ofrecen actualmente los establecimientos hoteleros no solo a los clientes alojados, sino al resto de consumidores.

"Hemos dejado de ser anfitriones en nuestro propio hotel y el ser una caja aislada. Hoy tenemos la responsabilidad de ayudar a construir la marca del destino de dónde estamos y crear experiencias. Ahí la gastronomía es un factor clave, no siempre tiene que ir unido a la alta cocina, pero está toda la media de la restauración que también es de altísima calidad", ha recalcado.