GUARDESES FINCAS (Crónica)
Los 78 guardeses que aún perviven en Extremadura ya no son "Santos Inocentes"
Un total de 78 personas, según datos de la Junta de Extremadura, trabajaban en 2018 como guardeses o caseros de fincas en la región y, aunque su forma de vida dista mucho de la que reflejó Miguel Delibes en "Los Santos Inocentes", su figura no acaba de estar correctamente regulada en el convenio del campo.,Esto es algo que reconocen tanto desde la Federación Agroalimentaria de CCOO en Extremadura como desde la de Industria, Construcción y Agro de UGT en la
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Jero Díaz Galán
Un total de 78 personas, según datos de la Junta de Extremadura, trabajaban en 2018 como guardeses o caseros de fincas en la región y, aunque su forma de vida dista mucho de la que reflejó Miguel Delibes en "Los Santos Inocentes", su figura no acaba de estar correctamente regulada en el convenio del campo.
Esto es algo que reconocen tanto desde la Federación Agroalimentaria de CCOO en Extremadura como desde la de Industria, Construcción y Agro de UGT en la región.
Paco y Régula vivían en la década de 1960 -en el cortijo que recreó Delibes y que luego llevó al cine Mario Camus- además de con el bueno de Azarías, con sus cuatro hijos: Nieves, Quirce, Rogelio y Charito (La niña chica) y con la única aspiración de que estos pudieran estudiar para abandonar la vida de servidumbre que llevaban.
Sesenta años después, sí en algo está claro el cambio experimentado en la vida de este colectivo de trabajadores es precisamente ese, el de la educación de sus hijos.
Así, según datos facilitados también a Efe por la Consejería de Educación y Empleo, unos 200 alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria tienen su residencia en fincas rurales o núcleos diseminados por la región y son usuarios del transporte escolar, tanto de los autobuses que hacen rutas por las zonas donde viven, como de taxis que la Junta costea mediante subvenciones a las familias para que los niños puedan desplazarse a los centros escolares.
En la mayoría de estos casos, los chicos deben recorrer una distancia entre su residencia y la parada de autobús escolar que varía entre uno y ocho kilómetros aproximadamente, debido a que en muchos casos el autobús no puede circular por vías que no están asfaltadas.
Además, aquellos alumnos que se ven obligados a recorrer una distancia entre su casa y la parada del autobús escolar pueden pedir otra ayuda para un transporte añadido que también se les concede.
A todas estas medidas, se une el hecho de que en Extremadura el transporte escolar es asimismo gratuito para los alumnos de Bachillerato y Formación Profesional.
El 90 por ciento de los cortijos que disponen de guardas o caseros en Extremadura son fincas de caza -al igual que la hacienda del señorito Iván de Delibes-, según el responsable del sector agroalimentario de CCOO en la región, Jesús Martín Cabeza.
En el convenio del campo de Extremadura se regulan las figuras de Guarda/Guardesa Particular de Campo y Caza, como personal de oficio, con un salario base en 2018 de 724,89 euros; y de Guarda/Guardesa de finca y Casero/Casera, como personal subalterno, con 722,23 euros.
En todos los casos sus funciones principales son las de custodia y vigilancia de la finca y sólo los considerados como personal de oficio dispondrían del título de vigilante jurado, mientras que en el caso de casero/a se regula que dispongan de una vivienda en la explotación para ellos y sus familias.
Tanto Jesús Martín como Laura Méndez, de UGT, creen que hay que regular y desarrollar mejor esta figura en futuros convenios para impedir que estos trabajadores puedan sufrir abusos.
En ese sentido, Martín, en declaraciones a Efe, reconoce que en muchos casos ellos pactan con sus empleadores las condiciones de sus contratos, al margen incluso de lo que plantea el convenio del campo.
"No son los santos inocentes, gracias a Dios, pero todavía hay alguno que se lo cree", dice en referencia a algún patrón, tal y como han denunciado caseros que se han visto obligados a acudir a su sindicato cuando la situación era ya insostenible, especialmente en fincas agrícolas y ganaderas, donde es más habitual que sean obligados a hacer de todo.
Con respecto a las viviendas que ocupan, los representantes sindicales coinciden en que suelen estar bien habilitadas y acondicionadas y disponen de tecnología actual, como wifi, esencial en el caso de aquellas que se dedican a la caza para poder gestionar todos los servicios.
Según Jesús Martín, actualmente la mitad de los guardeses y caseros en Extremadura son inmigrantes, sobre todo rumanos y colombianos, pues "este tipo de vida sigue siendo dura y no está bien pagada", aunque Paco "el Bajo" y Régula ya sean historia.