Marc Vidal habla claro sobre el gasto en Defensa de España tras el acuerdo alcanzado con la OTAN: "Genera dudas"

El compromiso de España con el gasto en Defensa vuelve a estar en entredicho. Mientras el presidente Pedro Sánchez asegura que el presupuesto militar se situará en el 2,1% del PIB, desde la OTAN se apunta que la cifra real debería acercarse al 3,5%, especialmente si se quieren alcanzar las "capacidades mínimas de combate" que exige la Alianza.

Marc Vidal ha subrayado en su 'Salida de Emergencia' que el debate actual no es solo de cifras, sino del modelo de medición. 

“Cuando la OTAN habla de un porcentaje del PIB, se refiere al mínimo necesario para garantizar capacidades de combate. El gobierno español considera que con un 2,1% es suficiente, pero eso genera dudas dentro de la Alianza”, explica Vidal.

España es actualmente uno de los países que menos gasta en defensa dentro de la OTAN, con apenas un 1,24% del PIB, según datos oficiales. Esta cifra está muy por debajo del umbral del 2% que la organización exige desde hace años y aún más alejada del posible nuevo objetivo del 5% que se planteará esta semana en la cumbre de la OTAN en La Haya. De ese 5%, solo el 3,5% se destinaría a capacidades directas de combate, aclara Vidal.

El analista también ha destacado los obstáculos internos que hacen prácticamente inviable el aumento del presupuesto militar. "España arrastra déficits ininterrumpidos desde 2008, y el verdadero lastre de nuestra economía son los intereses de la deuda", que alcanzaron los 39.000 millones en 2023 y se prevé lleguen a los 44.000 millones en 2024. "Eso es casi el doble de todo el gasto militar actual", indica.

"los compromisos asumidos deben cumplirse"

Además, recuerda que el Gobierno ni siquiera cuenta con presupuestos aprobados por segundo año consecutivo, lo que resta credibilidad a cualquier anuncio de aumento del gasto. “No es que el Gobierno no quiera, es que no puede”, ha concluido Vidal, que critica también la narrativa oficial del Ejecutivo sobre la solidez económica, afirmando que se apoya en “deuda, gasto público al límite y una baja productividad”.

Mientras tanto, la OTAN insiste en que el compromiso con la defensa es vinculante por el simple hecho de ser miembro, según lo establecido en el tratado de la organización: Pacta sunt servanda. Es decir, los compromisos asumidos deben cumplirse.