Jubilados se ofrecen para trabajar en el campo por la crisis del coronavirus
El confinamiento ha impedido que los inmigrantes vuelvan y se teme que se pierdan las cosechas
Jubilados se ofrecen para trabajar en el campo por la crisis del coronavirus
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Sigue sin haber mano de obra suficiente en el campo. El decreto del Gobierno del dia 7 de Abril, permite la labor de parados, inmigrantes a quienes iba a caducar pronto el permiso de trabajo, y jóvenes extranjeros en situación regular de hasta 21 años. Pero no es suficiente. Se necesitan en el campo español unos 150.000 trabajadores y en todas las zonas coinciden en que no se va a llegar. El 90% de los temporeros son Rumanos o Búlgaros que residen en España pero se fueron a finales de invierno de vacaciones a ver a sus familias y no han podido volver. El confinamiento ha impedido que vengan los marroquíes, y subsaharianos que ya estaban de camino hacia España se han quedado también atrapados en Marruecos.
POCOS PARADOS QUIEREN TRBAJAR
Poco interés ha despertado en los parados la oferta de trabajar en el campo. Es la experiencia de Oscar tiene 3 hectáreas de melocotón en la comarca del Bajo Cinca, está empezando a “clarecer” y no hay tabajadores suficientes. Entiende que “cobrando una prestación y con la dificil situación sanitaria los parados no quieran venir ”. Han incluido en sus bolsas de trabajo ante el INAEM, el Instituto de Empleo Aragonés, a inmigrantes irregulares que están esperando el arraigo o el asilo político, todo para llegar a unos 5.000 temporeros que son claramente insuficientes.
SIN CONOCIMIENTO NI RESISTENCIA
Pueden llegar trabajadores de otras comunidades pero se encuentran con que no hay seguridad ni facilidades tanto para el transporte como para los alojamientos. “Llegarán -dice Oscar- pero para la cereza ya puede ser tarde”.
Con esta situación muchos agricultores mayores, ya jubilados, se han ofrecido para volver a trabajar pero no pueden hacerlo. Se conocen, conocen las fincas,saben lo que hay que hacer y cómo, pero sin una autorización de Trabajo no pueden hacerlo. También familiares de agricultores que están en ERTE han preguntado si pueden echar una mano, pero el decreto del Gobierno prohibe expresamente la aportación de trabajadores en ERTE. A la carencia de temporeros se une la falta de conocimientos del campo de la mayoría de quienes se quieren incorporar. En el sector del espárrago la situación es dramática. Se recogen uno a uno y requiere mucha mano de obra y mucha resistencia. Ahora mismo no hay ni una ni otra. “Sólo 20% de los que se han contratado han durado más de dos dias”.