La ropa de Dominnico, con alma motera y sabor español, seduce a Beyoncé

"Poco a poco me siento valorado en la moda", dice Domingo Rodríguez, "alma mater" de la firma Dominnico, que se ha hecho un hueco en el panorama de la moda internacional con sus creaciones de carácter retrofuturista y moteras, pero también con sabor español, que hoy visten artistas como Beyoncé o Lola Índigo.

Aclamado y deseado dentro y fuera de nuestras fronteras, Domingo Rodríguez (Alicante, 1994) ha presentado su ultimo trabajo en un hotel en Madrid, donde se han visto piezas con cortes agresivos, "llevadas al extremo con una estética dosmilera", según define este viernes a EFE el diseñador.

Desde que creara en 2016 su marca, no ha dejado de conquistar a "celebrities" con sus diseños. "Rosalía fue la primera que apostó por mí", dice este diseñador experto en creaciones teatrales de carácter milenial, ideadas para subir a un escenario.

Domingo Rodríguez busca nuevos retos, cada vez se exige más y trabaja con tesón para que las prendas sean optimas para bailar, moverse y brillar en el escenario.

"Me siento muy afortunado de poner mi granito de arena en el imaginario de un disco o en la gira de diferentes artistas", reconoce quien ha trabajado para Lady Gaga, Rita Ora, Lizzo o María Becerra.

Siempre defiende que su moda es "lujo y espectáculo" y, bajo esas coordenadas, hoy se han visto piezas creadas con licras y tules que exhalan notas estéticas del mundo del motor.

Son diseños que se ciñen al cuerpo y que muestran formas orgánicas y aerodinámicas. "He apostado por cortes asimétricos más profundos que en otras ocasiones", apunta Rodríguez, que trata de colocar las aperturas en lugares estratégicos para que "pueda llevarlas el máximo publico".

El malva y el amarillo pastel, engamados con blancos y rosas, configuran la paleta cromática que sirve para colorear prendas transparentes, manguitos y piezas de pelo sintético y ecológico.

Un trabajo maduro y serio hecho a base de constancia y perseverancia dan su frutos: "Las ventas van bien, la empresa está en el mejor momento", reconoce.

Desde niño, cuando observaba y diseccionaba los patrones de Jean Paul Gaultier, John Gallino y Alexander MacQueen, su obsesión ha sido hacer bien las cosas y en esa línea, Domingo Rodríguez propone prendas sin género.

"La firma empezó siendo femenina; ahora mi ropa tiene un concepto más abierto. Quiero que la gente se sienta libre con mis diseños", concluye.