FESTIVAL OMBRA
Ombra se reivindica como el Liceo de la electrónica oscura, exquisita y seria
El Ombra, el festival barcelonés de pequeño formato, especializado en electrónica "oscura, seria y exquisita", en palabras de sus organizadores, comienza mañana su cuarta edición marcada por los cambios de ubicación de última hora, que casi han llegado a poner en peligro su celebración.
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El Ombra, el festival barcelonés de pequeño formato, especializado en electrónica "oscura, seria y exquisita", en palabras de sus organizadores, comienza mañana su cuarta edición marcada por los cambios de ubicación de última hora, que casi han llegado a poner en peligro su celebración.
Una gestación complicada, ya que Utopía, el espacio industrial que lo acogió en años anteriores no estaba disponible, y Nico Cabañas y Raúl Gayo, directores de esta cita que gravita del post punk al Darkwave, pasando por el EBM y los sonidos más oscuros (y analógicos) de la electrónica, se han dedicado a la carrera a encontrar localizaciones alternativas adecuadas para la cincuentena de conciertos y sesiones programadas.
Finalmente, las actividades del Ombra (ombrafestival.com), que en 2021 reunieron a unas 4.000 personas y se ha convertido en una de las citas de esta escena musical más interesantes de Europa, se celebrarán, desde este viernes y hasta el domingo 27 de noviembre, en varios puntos de la capital catalana: el Razzmatazz, la sala Paral·lel 62 (Barts) y en el Input y Upload del Poble Espanyol.
"Encontrar un formato de fábrica industrial ha sido imposible por problemas de licencias municipales, muy difíciles de obtener para este tipo de eventos extraordinarios; pero los espacios que hemos conseguido son fantásticos, estamos contentos porque sabemos que a nuestro público le va encantar y va a ser un éxito", afirma Cabañas.
Raúl Gayo no considera que todos estos inconvenientes conviertan a la de 2022 en una edición de transición, ni mucho menos.
"Somos un festival pequeñito y queremos seguir siendo pequeñito, en tamaño, no en propuestas. Nuestra consolidación se basa en la garantía de dar a nuestros seguidores producto de calidad, en el programa musical, el contenido artístico, ser multidisciplinares, con una ubicación acorde a todas esas propuestas, y sin duda, al público le va a sorprender lo que va a ver", apunta.
Del programa, Cabañas destaca la celebración de los 45 años del sello inglés Mute (Depeche Mode, Goldfrapp, Moby, Nick Cave...) con la presencia de su creador Daniel Miller a la cabeza y, "sin desmerecer al resto", propone, entre otros, los shows del productor neoyorquino Curses o el de la mítica banda americana de minimal synth Crash Course in Science.
"La propuesta artística es como siempre arriesgada, nombres en general poco o nada conocidos, de hecho la cuarta parte del cartel lo hemos decidido con maquetas que han enviado al sello de Nico (Oráculo), artistas noveles o grupos que llevan produciendo música muchos años pero que no se han dado a conocer todavía", resume Gayo.
De su selección "nacional", apunta, el "desparpajo increíble que va a romper esquemas" de 80%Baul, el proyecto audiovisual del alicantino Abraxas, o la propuesta industrial de la artista Guerra fría, mientras que en lo internacional sugiere no perderse el directo de Chrome Corps, una jovencísima banda de Seattle, tan joven que la organización ha tenido que pedir permiso a los padres de uno de sus miembros menor de edad para que pudiera viajar a Barcelona.
"En general, el público se encontrará con un cartel en el que no le van a sonar muchos nombres, porque son prácticamente desconocidos. Ombra es un lugar para venir a escuchar alguna vieja gloria pero, sobre todo, para venir a descubrir", remarca Gayo.
Una idea en la que ahonda Cabañas sobre el "nicho" de esta música en su vertiente más oscura y experimental: "el Ombra está pensado para gente ávida de planteamientos musicales sorprendentes, que viene a descubrir cosas frescas, que aquí se ofrecen juntas, en un ambiente cultural y musical no vinculado a la juerga o el desfase sino con un elemento de exquisitez, como las personas que van al Liceo".
Y de la misma forma que los espectadores que van a la ópera se visten para la ocasión, "el público del Ombra -que en un 30% viene de fuera de España: Europa, EEUU o países de Latinoamérica- se prepara sus "looks", se reúnen o llegan a Barcelona unos días antes, y ése es el espacio que queremos ocupar, el de los 'diggers' (buscadores) más exigentes de la cultura a nivel mundial", señala Cabañas.
Gayo intenta concretar algo más: "son sonidos de vanguardia, música de antaño y de actualidad, con algo en común que es esa música en directo de calidad, no somos un festival de oscuro de góticos, únicamente de darkwave, es una movida que tienen que ver, sí, con el disfrute, música de baile, pero seria, hecha con esencia, verdadera, sin ese deje comercial que dominan ciertas escenas".
El Ombra ha programado, además, una serie de conferencias y mesas redondas paralelas que se celebrarán en un lugar bastante atípico, la parroquia de Sant Pau del Camp, donde se abordarán temas como el futuro y perspectivas del mercado de los discos de vinilo o sobre la dificultad en la organización de eventos culturales, con la presencia de un promotor ruso que ha tenido que huir de su país.