FESTIVAL NARRRATIVA
La familia explica el cruce de caminos que somos, afirma la escritora Nettel
La escritora mexicana Guadalupe Nettel considera que la familia explica muy bien ese punto de cruce de caminos que somos nosotros, las personas, quienes, en algún momento, tienen la necesidad de conocer sus linajes paternos y maternos.
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La escritora mexicana Guadalupe Nettel considera que la familia explica muy bien ese punto de cruce de caminos que somos nosotros, las personas, quienes, en algún momento, tienen la necesidad de conocer sus linajes paternos y maternos.
Nettel (Ciudad de México, mayo de 1973) ha participado este martes en una conversación con el poeta y escritor Manuel Vilas (Barbastro, Huesca, julio de 1962), moderada por el periodista Carlos Pardo, dentro del Festival de Narrativas "Cuéntalo", que se celebra en Logroño y está centrado en el tema de la familia.
Para entendernos a nosotros mismos -ha explicado Nettel- tenemos, en algún momento de la vida, la necesidad de ir a leer las páginas previas: quiénes fueron (nuestros padres), qué hicieron, cómo llegaron a este lugar y cómo se encontraron.
Desde su punto de vista, "para situar a un personaje, hay que situarlo en su contexto familiar, como es el caso del Claudio de su obra Después del invierno, quien es un cubano machista y misántropo, pero para entender quién es hay que ir a Cuba y ver el hacinamiento del solar en el que creció.
Nettel, cuya obra ha sido traducida a diecisiete idiomas, ha dicho que la primera vez que abordó el tema de la familia en su obra fue a los 16 años, cuando escribió un cuento, el primero que publicó, sobre una niña que tenía un muñeco que mataba a su abuela metiéndola en la lavadora.
Ha indicado que llegó a la literatura a través de un libro que le marcó, ya que tuvo la sensación de leer sobre su vida en clave metafórica y de que esta novela le entendía: La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada, de Gabriel García Márquez.
Al encontrar y leer ese libro, comprendió que este autor expresaba la injusticia que ella vivía y por la que la niña del libro quería matar a su abuela, algo que en el papel lo podía decir con libertad, mientras que ella, en el mundo real, no hubiera pronunciado unas palabras así, ni siquiera en voz baja.
Por su pare, Vilas ha afirmado que, cuando falleció su madre, se dio cuenta de que tenía una obsesión por saber en qué lugar de la experiencia humana se daba el amor incondicional que se da en la relación de padres y madres hacia sus hijos e hijas, y no al revés, puesto que de los hijos a los padres no hay ese recorrido.
Todas las cosas que voy encontrando sobre la familia ocurren cuando la familia ya no está", ha subrayado este escritor aragonés, quien ha añadido: "ese montaje de verdades biológicas y ancestrales lo vi en la relación que tenía con mi padre y mi madre, y me puse a escribir Ordesa -su obra más conocida- para reconstruir todo eso".
"Fue una conexión profunda con la herencia, lo que me obsesionaba mucho, ha precisado este escritor, finalista del Premio Planeta 2019 por su novela "Alegría" sobre las relaciones entra padres e hijos.