8 de enero de 2018, 13:15 horas. Luis Rodríguez, alumno de 1º de Bachillerato del Instituto Norba Caesarina de Cáceres, se encuentra en clase de Matemáticas. Al poco de comenzar, empieza a sufrir mareos continuos. El nerviosismo se apodera de la clase cuando Luis comienza a ponerse pálido. Tiene dificultades para respirar. Segundos más tarde, sufre una parada cardiorespiratoria. Inmediatamente, el profesor, Alfonso Gil, llama al 112. En ese mismo momento uno de sus compañeros, Sergio Lasso, salta a por él, evitando así que se desplome al suelo. Junto con la ayuda de otro compañero, Aitor Gonzalez, siguieron las ordenes de que daba el médico a través del teléfono al profesor: "Poneos de rodillas, mano en el centro del pecho, la mano tiene que bajar unos cinco centímetros, ritmo consante hasta que no llegue la unidad". La ayuda de los dos amigos fue de vital importancia, para que posteriormente los servicos médicos lograran estabilizar a Luis. Un mes después, Luis se ha incorporado de nuevo a las clases. 

"No recuerdo nada, poco a poco me van refrescando todo lo que pasó"

En 'La Tarde' hemos tenido la oportunidad de hablar con los tres. Luis, en estos momentos, se encuentra bien: "Ya estoy perfecto, con la normalidad de siempre, y muy contento de volver a clase". Nada más llegar al hospital le operaron de urgencia: "Me han puesto un desfibrilador automático, que me permite hacer la vida de siempre". Pero Luis no tiene memoria de lo que pasó: "No recuerdo nada, poco a poco me van refrescando todo lo que pasó". 

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Los que no olvidarán este día son sus dos compañeros, se han convertido en héroes: "No sabes lo famosos que nos hemos hecho. Al entrar en clase, todo el mundo nos aplaudía". Su intervención fue vital a la vez que inquietante: "Tardó tiempo en respirar, intentaba hacerlo pero cuando le practicábamos los primeros auxilios hubo un momento que dejó de nuevo de respirar hasta que llegó el 112". Una actuación que también fue posible gracias a sus tiempos como Scouts: "La primera formación que tuvimos fue con 12 años, donde nos dieron una pequeña formación y realizamos prácticas con muñecos". 

"No sabes lo famosos que nos hemos hecho. Al entrar en clase, todo el mundo nos aplaudía"

Pero desgraciadamente, Luis no ha sido el único en visitar el hospital. Aitor lo hizo poco después, compartiendo hospital con su amigo: "La semana posterior tuve unos fuertes dolores en la barriga, en un primer momento los médicos pensaban que era apendicitis, pero fue algo más grave, me diagnosticaron peritonitis y me operaron de urgencia, pero todo ha salido a la perfección". Casualidades de la vida, ambos compatieron hospital, siendo Luis el primero en visitar a su amigo, una vez se recuperaba en la planta de abajo. Una historia que por fortuna ha quedado en un susto. La vida hará que estos tres amigos no olviden jamás ese 8 de enero.