Desde muy joven el doctor Ramon Cugat Bertomeu comenzó a sentirse cómodo en un quirófano. Y aún continúa. Ahora tiene 67 años, pero siendo un adolescente, llegó a jugar en el Fútbol Club Barcelona. Paradojas de su profesión, hace muchos años que se rompió los dos meniscos, y sigue sin operarse. Ahora, si un futbolista de élite se daña o se lesiona una de sus rodillas, acude hasta su consulta para tratar de volver a la práctica deportiva lo antes posible. Por sus manos han pasado jugadores de la talla Guardiola, Iniesta, Xavi y Puyol, David Villa o Fernando Torres, entre otros. Ha trabajado en hospitales de España, Inglaterra y Estados Unidos. Actualmente es director del Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirón de Barcelona, y presidente del Consejo Médico de la Mutualidad Catalana de Futbolistas de la Real Federación Española de Fútbol. “El ligamento cruzado anterior es el que más sufre en el fútbol y se rompe con una gran facilidad, digamos que es la gran epidemia del futbolista” asegura el doctor Cugat en ‘La Noche de COPE’. Aprendió artroscopia en Inglaterra y Estados Unidos a finales de los años 70: “Mis padres me dijeron que ir a Barcelona solo a jugar al fútbol no, así que empecé a estudiar medicina”, añade. A principios del año 2000 inició una investigación en medicina regenerativa y su aplicación en traumatología con Plasma Rico en Factores de Crecimiento que ha dado muy buenos resultados. En su profesión siempre existe el riesgo de equivocarse, pero en su caso quizás la responsabilidad puede ser muy grande, viendo su trayectoria, la repercusión de sus pacientes y el dinero que mueve el deporte del fútbol en la sociedad actual.