Michael Wolff está estos días en España promocionando “El fuego y la furia”, su exitoso libro donde destripa la ascensión al poder y cómo es la Casa Blanca de Donald Trump. Es el libro más vendido en estados Unidos y ha molestado tanto su contenido, que el presidente intentó prohibir su venta. 

“No lee nada ni tampoco escucha a quienes lo rodean” explica Wolff, que cree que su caracter librará al mundo del nepotismo y de la guerra. “Se rodea de generales pero no puede hablar con ellos. Cuando le presentan un Power Point se va de la sala afirmando que le aburre de cojones”. Es un hombre que vive su propia realidad”. A partir de ahí, para Wolff, podemos estar tranquillos ante la posibilidad de un conflicto armado. "Ir a la guerra requiere una disciplina que no tiene Donald Trump. Si no puedes permanecer en una sala todo el tiempo para escuchar a tus generales es muy difícil que vayan a la guerra por ti”.

La publicación del libro supuso la caída de Stevve Bannon, “el cerebro” de la campaña electoral que dio la victoria a Trump. “Bannon llegó a la campaña seis meses antes, cuando Trump estaba en plena caída”. Cometió el error de atribuirse el triunfo del presidente “lo que dejó a Trump como un tonto” y no se lo perdonó. Con Bannon fuera, los republicanos se han hecho con él “pero le odian porque les trata como a todo el mundo, con desprecio”, aunque odian más a su hija Ivanka y a su yerno.

Ahora mismo su entorno más cercano son una mujer de 29 años que era auxiliar de moda y un hombre del que Trump decía que era su “mecanógrafo”. “Es difícil atraer a personas a esta administración para trabajar porque si antes llegar a la casa Blanca era el culmen de tu carrera política , ahora te convierte en una suerte de paria”, explica. "No puede gestionar por su incapacidad de recibir información y está distanciado de su gobierno. Trump rompe con la idea de lo que un presidente debería ser, pero es tan caótico y tan incapaz que eso nos protege del nepotismo"

Con respecto a la investigación sobre la intervención de Rusia en las elecciones, Wolff sospecha que “no lo hemos visto todo todavía”. Será difícil demostrar conspiración "cuando las personas implicadas eran tan torpes” y no será imputable por eso, pero el fiscal especial “entregará seguro un informe al congreso en el que se le acusará de obstrucción a la justicia”. Si en noviembre ganan los demócratas será el primer paso para su impugnación que “lo impregnará todo”. En algún momento es posible “que los republicanos le retiren su apoyo y todo se volverá muy frágil”. El siguiente acto, asegura Wolff “será muy sangriento”. Y será también “curioso y emocionante ver qué sustituye el caos actual” porque Wolff está convencido de que pase lo que pase no se presentará a la reelección.

También nos ha hablado de su relación con las mujeres. "La mayor motivación de su carrera es cazarlas, acosarlas. Por eso creó su propio concurso de belleza y dijo que había fundado una aerolínea por las azafatas”. En el libro insinúa que tiene una relación actualmente al margen de su matrimonio con alguna mujer con alto cargo en la administración, pero no se atrevió a dar nombres. En la casa Blanca es “constante el chismorreo sobre qué está haciendo y con quién”.

Para Michael Wolff el triunfo de Trump es un “experimento que no ha dado resultado” y tiene que ver con los riesgos que corremos como votantes. "Los americanos pensaron 'vamos a tirarlo todo, y vamos a coger a este tío que no se parece a nada de lo que hemos visto'. Y al final creo que tememos que tener cuidado con lo que estamos deseando”.