Quienes sufren fobia social sienten auténtico pánico al resto de personas, a encontrarse en medio de una aglomeración, a subir a un metro, un tren con mucha gente. No saben como actuar, como socializar y su mayor temor es ser rechazados, dar una mala imagen y ante esas situaciones se bloquean. Se ponen muy nerviosos, sienten ansiedad e inseguridad y se cierran en sí mismos, en su pequeño círculo.

Enfermedad que suele empezar bastante pronto, en la adolescencia, entre los 12 y los 15 años. Como otras muchas enfermedades puede aparecer o bien, poco a poco, o de forma brusca por algún acontecimiento vivido.

El doctor César González-Blanch, psicólogo clínico del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, remarca que no es una enfermedad hereditaria, pero si puede ser causada por la crianza, "el modelo de los padres en el modo de relacionarse con los demás, la importancia que damos a la opinión de otros, va afectando y hace que sea más probable padecer fobia social. Incluso las ocasiones de relacionarse, unos padres que tengan pocas relaciones con otros dificulta el que uno adquiera las habilidades para manejarse en situaciones sociales y hace más probable que aparezca el problema".

Por lo tanto, los padres deben esta atentos a si sus hijos tienden a aislarse a relacionarse poco con otros chicos porque 'este problema' como le denomina el doctor González-Blanch, "muchas veces está relacionado con pautas de crianza, no hemos aprendido a relacionarnos con los demás no es un caso de pánico que un día uno se sube al autobús y te sientes mal y aparece el pánico, la ansiedad de modo muy brusco, de sopetón, no; esto tiene que ver más con como identificamos las señales de amenaza o de rechazo de los demás y va poco a poco incrementándose".

¿Cómo se diferencia de la timidez?'"La diferenciación no es fácil, la gran diferencia es el gran malestar que genera en el individuo. Un tímido hace su vida, le puede costar más o menos relacionarse, pero lo va haciendo. Cuando hay una limitación de las cosas que uno puede hacer hay que pensar ya en un trastorno" señala el psicólogo del Hospital Marqués de Valdecilla que recomienda para alcanzar una solución, "recurrir muchas veces a un profesional y comenzar un tratamiento, los padres pueden ser apoyo, pero por ejemplo una crianza excesivamente exigente o que te hace estar pendiente de lo que dicen los demás, te lleva a este problema. Hay que tener una crianza menos exigente, pero si uno tiene esas pautas es muy difícil cambiar de un día para otro, lo mejor es recibir algún tipo de orientación".

En España, la fobia social afecta ya al 1% de la población. Hay síntomas a tener en cuenta, temer y querer evitar aglomeraciones o tener pánico a participar en conversaciones; además, el enfermo siente sequedad bucal, se pone rojo, siente temblores, sudores, palpitaciones. Si no se trata, puede llegar a provocar un enclaustramiento total.