La mujer detenida en Cerceda por provocar 11 incendios forestales en el verano de 2016 ha aceptado una pena de cuatro años y medio de prisión por un delito continuado de incendio, sanción penal muy inferior a los 16 años de cárcel que pedía inicialmente para ella la fiscalía.
El caso fue llamativo porque la Guardia Civil la pilló en la zona en la que causó el último incendio. Tenía en el coche los elementos que utilizaba para generar el fuego; mecheros, papeles e incluso velas aromáticas.
Los fuego por los que se la condena calcinaron 5.000 metros cuadrados de arbolado y obligaron a actuar a los medios de extinción de la Xunta de Galicia.