Muchos me habéis preguntado estos días por esta circunstancia y ya hay varios clubes que incluso han consultado a la Federación que quién ocuparía esa vacante en Segunda B en caso de producirse finalmente el descenso del conjunto balear. Pues bien, aquí os explicamos el protocolo a seguir teniendo en cuenta el último antecedente similar que nos retrocedería a la temporada 2013-14 cuando el Real Madrid Castilla bajó a 2B y esa circunstancia arrastró a su segundo filial (el Real Madrid C) a Tercera División después de haber salvado, en lo deportivo, la categoría de bronce. En aquella temporada fue la Comisión de Segunda B que preside Marcelino Maté la que elevó la consulta al Juez Único, Francisco Rubio, para que fuese Competición quién determinara a quién le correspondía dicha plaza vacante. En virtud del Reglamento General de la RFEF, aquella temporada, el Juez Único aplicó el Artículo 197 donde se especifica que dicha vacante será cubierta por “el mejor derecho del equipo de la categoría inferior que con mayor puntuación no hubiere obtenido el ascenso y, en su caso, el de territorialidad”. Ese año la plaza fue adjudicada al Rayo B, segundo clasificado del grupo madrileño de Tercera. Aquella temporada el Trival Valderas, campeón madrileño, subió a 2B en la eliminatoria final. Rayo B, segundo, y Sanse, cuarto clasificado del grupo 7ª de Tercera, fueron eliminados en la 2ª ronda ante Linares y Somozas.

El Unión Adarve, tercer clasificado, cayó en primera ronda. Así que el Juez Único se la otorgó al mejor clasificado de la Liga regular que no ascendió, en aquel caso al Rayo B. Pues bien, como el Reglamento no ha cambiado con respecto a aquella temporada, todo esto aplicado al “caso Mallorca B”, sería así: como la SD Formentera, campeón balear, ya ha conseguido el ascenso en la eliminatoria de campeones, la plaza se la rifarían la UD Poblense, segundo clasificado de la Liga regular y que ha caído eliminado en primera ronda, y la Peña Deportiva de Santa Eulalia, que finalizó cuarto y aún sigue vivo en la 2ª eliminatoria por el ascenso. Si finalmente el equipo de la isla de Ibiza consigue el ascenso a 2B en el terreno de juego, no habría ninguna duda que la UD Poblense sería quien ocuparía la plaza del Mallorca B. Pero si la Peña Deportiva cae en 2ª ronda o en la ronda final, sería el Juez Único quién determinaría entre los dos a quién le correspondería dicha plaza ya que la UE Alcúdia, tercer clasificado de la Liga del grupo 11, cayó en primera ronda y por tanto no entraría dentro del requisito de club con “el mejor derecho”. Así que, a día de hoy lo único seguro sería que la plaza del filial mallorquín, en caso de descenso del primer equipo, se quedaría en tierras baleares. El Juez Único no resolvería dicha circunstancia hasta que terminen todas las eliminatorias de ascenso a Segunda B. Al ser una plaza por arrastre de un filial, el club que la ocupe no tendría que abonar ninguna cantidad como si ocurre en el caso de coberturas de vacantes por “causas económicas” y simplemente tendrían que hacerse cargo del aval correspondiente que exige la RFEF a todos los clubes que compiten en la categoría de bronce del fútbol español.