Juan Pablo Colmenarejo arrancaba su comentario del miércoles destacando que “ha saltado la noticia a la hora de comer con lo que a algunos se les ha cortado la digestión. El juez Llarena, instructor de la causa especial 20907/2017, se ha dirigido por escrito al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro para que explique a la mayor brevedad posible por qué considera que no se utilizó dinero público para el referéndum independentista del día 1 de octubre de 2017 en Cataluña”. Y aclara “esta declaración de Montoro en una entrevista en el diario El Mundo realizada por Jorge Bustos entra en contradicción con la página 36 del auto de procesamiento de los implicados en rebelión y malversación de caudales públicos. En ese folio se detallan los gastos pagados con dinero público para organizar el referéndum. En total, un millón seiscientos mil euros”. Y concluye “Montoro tendrá que aclarar al juez por qué dice que no hay dinero público en la organización del referéndum de independencia y la Guardia Civil lo contrario. O es el delito por el que los jueces alemanes estudian entregar a España al fugado Puigdemont. Habrá que leer la respuesta porque o hubo dinero público o no. Pero hay una contradicción y seguramente un error por parte del ministro de Hacienda que han aprovechado los independentistas para decir que no hubo delito de malversación. Pero si Montoro tiene razón y la Guardia Civil no, el ministro de Hacienda le habrá echado un cable a los independentistas, hay que esperar”.

El director de ‘La Linterna’ ha vuelto a destacar el juicio en la Audiencia Nacional por las agresiones a dos guardias civiles y sus parejas “este día han vuelto a sonar en la audiencia nacional los testimonios de quienes presenciaron la brutal agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsásua, Navarra hace año y medio. En este caso el dueño del bar y la camarera que han dicho que no vieron nada… en el caso del dueño ha habido cambio de versión… esto prueba que hay miedo, que no hay libertad, que se sigue señalando al presunto chivato como en los peores años del plomo. Los dos policía forales que llegaron al lugar de los hechos tienen muy claro lo que vieron”.