Francisco también se ha reafirmado en su compromiso moral de seguir acompañando en la vivencia cristiana a todos estos jóvenes así como los demás pastores de la Iglesia que han vivido la experiencia junto a él, en Río, y ha dicho que El Señor recompensará a quienes han trabajado por esta Fiesta de la Fe. Por eso ha vuelto a insistir en orar para que este encuentro els ayude a los jóvenes en su quehacer cotidiano. Centrado en la Priemra Lectura de este Domingo tomada del Eclesiastés en la que se habla de la vanidad, el Santo Padre ha dicho que este término es muy conocido por los jóvenes que saben valorar lo que sirve y lo que no sirve en esta vida de cara a la perfección. También ha contemplado el Pasaje del Evangelio según San Luca en este día, en el que Cristo habla del peligro d evivir sólo para las riquezas materiales, olvidando la dimensión espiritual y trascendente del hombre, y ha dicho que la verdadera riqueza es Dios y su Amor que se fortalece cuando le damos a los otros hombres. El pontífice ha puesto todo esto en manos de la Virgen, y tras rezar el Ángelus ha saludado a todos los peregrinos con un recuerdo especial para los sacerdotes en este día en el que se conmemora al Santo Cura de Ars. También, ante la proximidad de la Transfiguración del Señor, el próximo martes, 6 de agosto, ha recordado a su antecesor en el Pontificado, Pablo VI, que, tal día como ese partía a la Casa de Dios hace 35 años.