Manizales (Colombia),  domingo 6 de enero de 2013. 1ª de Feria. Media entrada. Toros de Mondoñedo, bien presentados, promedio 460 kilos, poderosos, con genio y complicaciones. Cuatro ejemplares interesantes. Vuelta al ruedo al 5º. Javier Castaño, silencio tras aviso y palmas. Eduardo Gallo, oreja y dos orejas. Andrés de los Ríos, división tras dos avisos y oreja. Triunfal presentación cumplió el torero alicantino Eduardo Gallo en su debut en esta plaza cortando tres orejas en total, luego de realizar dos importantes faenas, valientes y voluntariosas, ante la difícil condición de sus dos astados, segundo y quinto de la tarde. A su primero que recargo bien en el caballo y lo brindó a los asistentes, le superó la baja casta, el genio y las condiciones difíciles con muletazos en redondo y naturales entregados, que se premiaron con música y ovaciones. Mató con estocada casi entera, cortando una oreja. Plantó faena seria y reposada  a su segundo luego de salirse suelto de la pica y brindarlo a periodistas españoles. Con técnica y decisión realizó series por la izquierda acompasada con la música y cruzados derechazos, toreros y dominadores que rubricó con espadazo, cortando las dos orejas en triunfo grande a solicitud del respetable. Discutida vuelta al ruedo se ordenó para el toro 'Naranjito', que pesó 454 kilos. Gallo salió en hombros por la Puerta Grande. Con un importante primer toro Javier Castaño, perdió la oreja por fallar con la espada y el descabello. Supo templar bien con la capa y dejó pasarlo sin picar. Logró una faena con temple entendiendo al serio ejemplar y con pundonor y deseos ejecutó series por la derecha, naturales y remates rodilla en tierra que se premiaron con música y ovaciones. Le faltó más hondura a su labor. Con su segundo, cuarto del festejo, toro tardo, con sentido y complicado, puso valor sin lograr acoplamiento. Mató de pinchazo y tres cuartos de espada. Palmas. El colombiano Andrés de los Ríos, no tuvo suerte con su lote, si bien alcanzó una oreja del sexto de la tarde por la extraordinaria y certera estocada que remató su compromiso. Con derechazos, doblones, pases cruzados y naturales sacando partido, ejecutó su voluntariosa faena con división en los tendidos. Un primer toro sin fijeza, gazapón y con sentido, imposibilitó sus buenos deseos. Dos pinchazos y dos avisos fueron el final.