Este programa, en marcha desde hace 16 años, contempla ayudas temporales, de nueve meses como máximo, para familias que acrediten su situación de vulnerabilidad. Se conceden ayudas en especie o económicas, para afrontar necesidades básicas como la alimentación, el vestido, suministros de luz y agua o el pago puntual de la cuota de la hipoteca o del alquiler. A la hora de repartir los fondos se tendrán en cuenta situaciones personales tales como que se trate de familias monoparentales o con algún miembro discapacitado. Con los fondos de este programa, en la convocatoria de 2013 fueron atendidas casi 3.000 familias con 5.000 menores en la provincia.