A través de un texto, Leandro, de sólo 33 años, explica que se trata de "una decisión extremadamente compleja de tomar, máxime cuando me siento en mi momento de mayor madurez artística y personal que, sin embargo, choca frontalmente con mi visión de la situación actual del toreo y de mi profesión, lo cual, desde tiempo atrás, me viene suponiendo un conflicto y una desazón interior llevándome a perder el nivel de ilusión plena que me exijo en base a mi interpretación del arte como torero".El torero de Valladolid continúa su texto afirmando que "la honradez e integridad que me debo, tanto en el plano artístico como humano, han marcado toda mi trayectoria y especialmente mis últimas temporadas, donde en demasiadas ocasiones me he visto ante la frustración y el dilema de tener que elegir entre renunciar a mi concepto y mis valores para poder torear, o bien aferrarme a mis convicciones implicando torear mucho menos de lo que desearía y necesitaría para compensar esa inquietud interior y satisfacer mis anhelos de expresión como artista"Estas decisiones, no obstante, hacen que Leandro se sienta "orgulloso y privilegiado de haber vivido y formado parte de una de las grandes épocas del toreo, habiendo compartido carteles junto a las grandes figuras de varias generaciones, y habiendo sentido la emoción de torear en muchas de las plazas en las que un matador de toros desea estar anunciado".Sin embargo, esta decisión no empaña la visión que tiene el diestro de la Fiesta y afirma sentirse "inmensamente agradecido al toro y al toreo, a quien siempre me he entregado en cuerpo y alma y a quien debo mi vida y mi felicidad, esperando haber correspondido con mi toreo gran parte de todo ello, y deseando continuar devolviendo y ofreciendo todo de mí a través de nuevas facetas que logren ilusionarme".Por último, Leandro manifiesta su "máxima gratitud a mi principal soporte, mi familia y seres queridos, así como a todos los profesionales, compañeros y aficionados que han estado a mi lado a lo largo de mi carrera mostrándome tanto cariño, trabajo y apoyo".Leandro, que debutó con picadores en 1999 en Íscar (Valladolid), se convirtió en matador de toros un 13 de mayo de 2002 en la plaza de su Valladolid natal, de manos de Paco Ojeda y con José Tomás ejerciendo de testigo de la ceremonia. El toro de la alternativa se llamó 'Secuestrador' y pertenecía al hierro de Garcigrande.La confirmación de alternativa en Las Ventas llegaría dos años más tarde, en 2004, cuando en plena Feria de San Isidro Uceda Leal le cedía los trastos en presencia de Antón Cortes. 'Despistado' fue el toro de la ceremonia, del hierro de El Torreón.Durante la temporada de 2014, Leandro cortó una oreja el pasado 24 de agosto en la plaza de toros de Las Ventas ante un toro de Antonio Bañuelos y se había vestido por última vez de luces el pasado 21 de diciembre en la Monumental de México.