México DF (México), martes 5 de febrero de 2013. 17ª de la Temporada Grande. Corrida del XLVII Aniversario. Tres cuartos de entrada. Toros de San Isidro (1º, 2º y 3º) y Barralva (4º, 5º y 6º), desiguales de presentación y juego. 1° noble por ambos lados; 2° manso que terminó defendiéndose; 3° manso; 4° bravo y complicado; 5° fijo que se acabó pronto; 6º con transmisión. Zotoluco, división al saludar y silencio. Morante de la Puebla, silencio y silencio tras aviso. El Payo, palmas y ovación tras leve petición. Cara y cruz vivió el capitalino Eulalio López Zotoluco, quien le favoreció e sorteo. Le tocó abrir plaza con un toro que embestía como carretilla por ambos lados. De capa se mostró aseado; y de muleta, con un animal suave como terciopelo, supo estar frente de él y aprovecharlo con un toreo muy a su estilo. Cuando se le empezó a caer la faena decidió matarlo dejándole algunos pases dentro. Mató de entera trasera caída y cuatro fallos al descabellar. Escucho rechifla al saludar en el tercio. Con su segundo, un complicado de Barralva,  destacó su valerosa cuadrilla: Nacho Meléndez, con un estupendo puyazo y sus dos banderilleros encabezados por Christian Sánchez. Este toro llamado "Villanueva", un bravo de Barralva, le exigió al Zotoluco y el de Azcapotzalco pudo ligarle su clásica y valerosa faena a base de poder. Desafortunadamente no la culminó como debiera y tuvo que retirarse en silencio. Exquisita tarde dio el sevillano Morante de la Puebla quien mostró un toreo de capa que fue más que miel en los la labios. ¡Vamos!, hechizó con su capote. Con su primero tuvo que soportar a los reventadores ante un enemigo muy incómodo que terminó defendiéndose. Mató de varios pinchazos y una habilidosa entera para retirarse en silencio. Con el quinto en su toreo de capa, destapó el aroma de sus esencias y salió ese Morante de magia y hechizo. Sus lances de recibo. Sus verónicas. Su quite y sus remates llenaron de aroma la plaza en su cumpleaños. Que mejor festejo para la México que respirar esos aires. De muleta se vio solvente y poderoso hasta llegar a dominar y ligar muy buenos derechazos; Desafortunadamente pinchó, no tocó pelo pero su toreo quedó grabado en nuestras pupilas y en la historia de esta Monumental. Enorme tarde de voluntad y entrega tuvo el rubio queretano Octavio García El Payo, quien a pesar de pechar con el peor lote, salió solvente y triunfador sin tampoco cortar apéndices. A su primero de San Isidro logró ligarle algunas tandas a su manso en turno gracias a la disposición y sitio del que está ahora gozando. Mató de tres cuartos tendidos y se retiró entre aplausos.  Con el que cerró plaza vino la faena grande y ante un toro complicado dejó los pies quietos y aguantó gallardamente la complicada embestida del Barralveño. Desafortunadamente tampoco estuvo certero con la espada y dio una vuelta al ruedo con cerrada ovación. La tarde de Aniversario fue exitosa a pesar de que no hubo corte de orejas. Y nos queda claro que la fiesta de toros en esta Capital, está más viva que nunca con la consolidación de las figuras extranjeras y el relevo generacional de los toreros mexicanos.