Eugenio de Mora, con una vuelta al ruedo, fue el torero más destacado en los estadístico de una tarde tediosa e interminable de hasta once toros y seis hierros diferentes, pero en lo personal, el torero toledano se marchaba satisfecho: "Hacía tiempo que no me encontraba a este nivel en Madrid"."Ha sido el toro menos malo de la corrida, pues por momentos quería tomarla (la muleta) por abajo, y ahí me ha dejado ensayar el toreo que siento y me gusta. Creo que he estado a la altura de las circunstancias, y a punto he estado de cortar una oreja, pero la vuelta al ruedo también sabe a triunfo, sobre todo por haber sido capaz de remontar algo una tarde tan difícil", manifestó a Efe Mora.Nombre también relevante de la función fue el jienense Alberto Lamelas, que hizo un esfuerzo más que notable de valor y firmeza ante dos toros nada fáciles, motivo por el que salía "satisfecho" de lo realizado, aunque también algo contrariado pues "me jugaba todo en esta tarde"."Esto es Madrid y siempre hay que venir con la actitud de darlo todo tanto con el toro bueno como con el malo. Hoy lo he apostado todo a una carta y me la he jugado de verdad sobre todo con mi peligroso primero, con el que ha podido pasar algo peor que la voltereta que me he llevado", aseguró Lamenas."Pero bueno, esta profesión es así, y aunque no ha podido ser como yo quería, por mi parte no ha sido, y la gente creo que así lo ha visto", apostilló el espada de Cortijos Nuevos (Jaén).El más veterano de la terna, Víctor Puerto, lamentaba "profundamente" el devenir de la tarde, pues, como él mismo aseguraba al término de la misma, "se truncan las ilusiones y los sueños que uno tiene depositados en una corrida crucial para mi campaña"."La tarde se ha puesto cuesta arriba desde el primer momento. Tanto 'baile' de sobreros siempre condiciona el transcurso de un festejo, y cuando se ponen así las cosas, uno ya no sabe ni qué hacer. Una pena, de verdad, me voy bastante fastidiado de mi paso por Madrid", reconoció Puerto.