Recuperar el bosque autóctono en la ribera del río Bullaque. Es el objetivo en el trabaja Francisco Contreras, agente ambiental de la comarca de Piedrabuena

Una repoblación que no es nueva, ya en los años 90 ya se apostó por pinos piñoneros para empezar a repoblar la zona.

Eso sí, hace un tiempo han recalado en la zona los olmos que son más resistentes a la temida grafiosis. Todos ellos para sustituir a los chopos, y es que las condiciones de las choperas que en su día sirvieron para la producción maderera dejaron de ser apropiadas por lo que hubo que tomar una decisión y apostar por otras variedades.

“Los olmos llegaron desde la Comunidad de Madrid hace cuatro años y son muy interesantes”, ha señalado en Cope el propio Francisco.

El olmo ha sido el protagonista de la última fase de repoblación. Un total de 250 olmos llegaron a la ribera del Bullaque aunque aún tendrán que pasar unos años para verlos en todo su esplendor.

En cuanto al tema de los residuos, Francisco apela a la educación para mantener la zona limpia. “Tenemos que limpiar, limpiar y limpiar y por ello me gustaría lanzar el mensaje a que el campo se va a disfrutar del momento, pero siempre con respeto al entorno”.