Bajo el manto grisáceo del cielo, el Estadi Nacional se convertía en el epicentro de un enfrentamiento crucial entre el Fútbol Club Andorra y el Real Racing Club de Santander. La jornada 37 de la Liga Hypermotion prometía emociones intensas, con dos equipos con objetivos divergentes, pero igualmente trascendentales: la lucha por la salvación para los andorranos y el anhelo de clasificación a los playoffs de ascenso para los cántabros. La lluvia, esa compañera impredecible, se sumó al espectáculo desde el pitido inicial, añadiendo un elemento de incertidumbre y dificultad a un partido ya de por sí cargado de tensión.

Desde el primer instante, el Racing mostró su determinación por hacerse con el control del encuentro. Sin embargo, fueron los locales quienes tomaron la iniciativa en los primeros compases, buscando vulnerar la portería defendida por los tricolores. Un centro-chut de Iván Gil inquietó a Ezkieta, el guardameta visitante, mientras que un cabezazo de Karrikaburu encontró respuesta en las manos del arquero rival. A pesar de la presión inicial de los andorranos, el Racing pronto encontró su ritmo y comenzó a tejer sus propias oportunidades.

El dominio del equipo cántabro se manifestó en rápidas combinaciones y despliegues ofensivos. Íñigo Vicente y Arana pusieron a prueba la solidez defensiva del Andorra con sendos intentos de abrir el marcador, aunque sin la precisión necesaria para superar la resistencia local. Sin embargo, en un giro inesperado del encuentro, fue Lobete quien rompió el empate con un disparo raso que se coló entre las piernas de Germán, desviando la trayectoria del balón tras una excelente recuperación y conducción de Álex Pastor. El gol encajado desconcertó momentáneamente al Racing, que buscó reaccionar con ahínco para evitar que la ventaja local se ampliara antes del descanso.

Con el inicio de la segunda mitad, el Racing intensificó su presión en busca del empate. Un doble cambio en sus filas, con las entradas de Iván Morente y Lago Junior, buscaba aportar frescura y profundidad al ataque tricolor. Karrikaburu estuvo a punto de igualar el marcador con un mano a mano frente a Ezkieta, pero el portero local respondió con una intervención magistral, negándole el gol al delantero cántabro. La fortuna pareció sonreír al Racing cuando un disparo de Iván Gil encontró el poste, y el posterior remate de Karrikaburu fue invalidado por un ajustado fuera de juego.

A pesar de los contratiempos, la perseverancia del Racing finalmente dio sus frutos. Andrés Martín, quien había ingresado en la segunda mitad, capitalizó un centro preciso de Lago Junior para igualar el marcador, aunque con cierta controversia sobre si el balón había salido completamente del campo en la jugada previa. El gol revivió las esperanzas de los cántabros, quienes se volcaron en busca de la victoria definitiva.

Sin embargo, la fortuna no sonrió del todo al Racing en el tramo final del encuentro. Un golazo de Arana, con un potente disparo a la escuadra, fue anulado por un ajustado fuera de juego, al igual que un tanto posterior de Andrés Martín. A pesar de los esfuerzos finales de Karrikaburu y Andrés por desequilibrar el marcador, ninguno de los dos equipos logró encontrar la ventaja definitiva, sellando así un empate que no satisface del todo a ninguno, pero que deja al Racing con la esperanza aún latente de alcanzar los puestos de playoff en las jornadas restantes de la temporada.